lunes, 31 de agosto de 2020

"¡Cuánto amo tu voluntad, Señor!"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!

Lectio divina del Salmo dominical - ppt descargar

La contradicción le sale al paso a Jesús en el momento mismo que ofrece su don entre los más cercanos a él... anuncia entre los suyos, solemnemente, la misión que inicia, pudiendo ser ellos los más beneficiados, y el prejuicio, de un solo golpe, arrasa violentamente la propuesta más esperanzadora entregada a los hombres, que queda inaugurada a pesar de no tener acogida, ni ser valorada...

Los prejuicios son carcoma que nos impiden tantas veces reconocer el bien, conocer la verdad, crecer los valores cristianos que nos darían frutos de comunión, solidaridad, justicia, fraternidad, humanidad... No obstante, como los dones de Dios son irrevocables -Dios e fiel- podemos volver la mirada al sitio correcto y poner los pies en el camino que lleva a la vida; sería un acierto iniciarlo por la escucha atenta de la buena noticia de Jesús que nos trae su Reino al presente...

Vayamos con Jesús desde el comienzo de su ministerio... dejémonos curar por él todas nuestras dolencias, su Palabra no es cualquier palabra... no olvidemos que la liturgia guarda el don de hacer eficaz esta gracia... De nuevo es oportuno que aparezca como respuesta a esta Palabra, el salmo 118, que podemos rezar con alma acogiendo con fe esta verdad consoladora, generadora de esperanza...

"¡Cuánto amo tu voluntad!:
todo el día estoy meditando. 

Tu mandato me hace más sabio que mis enemigos,
siempre me acompaña. 

Soy más docto que todos mis maestros,
porque medito tus preceptos. 

Soy más sagaz que los ancianos,
porque cumplo tus leyes.

Aparto mi pie de toda senda mala,
para guardar tu palabra. 

No me aparto de tus mandamientos,

porque tú me has instruido" (Salmo 118)...

Primera lectura Lectura de la primera... - Movimiento Juan Veintitres  Caguas | Facebook

Pensando, hasta recordar a todos, en los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... sin olvidarnos los infectados de covid 19, y todos los que están sufriendo las consecuencias de esta pandemia desde tantos ángulos... miremos al cielo suplicantes, pidiendo la intercesión del Beato Tito para clamar por ellos, la salud, del  cuerpo y del alma, y para todos, nuevas gracias actuales que nos hagan posible vivir con coherencia los compromisos de la vida cristiana, reconociendo cuánto necesitamos de Dios y cuán vulnerables somos los humanos...

"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria