jueves, 2 de abril de 2020

"El Señor se acuerda de su alianza eternamente"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Vivimos en un mundo donde todo lo permanente ha pasado a ser temporal e interesado; los pactos se pueden romper, la palabra dada no hay que cumplirla, podemos cambiar de parecer según vayan cambiando nuestras expectativas, y vamos dando a lo subjetivo las riendas, dejando al "disloque" el dominio de nosotros mismos... En este contexto ¿cómo se planta en nosotros la palabra eterna de Dios, y cómo damos validez a sus promesas, veladas por el misterio? ¿cómo cultivamos estas perlas ayudándolas a florecer?...

Le pasaba a los judíos, y nos vuelve a pasar hoy a nosotros... nuestro mundo y nuestra cultura no es terreno favorable para la fe... seguimos arrinconando a Jesús, quitando de en medio todo lo que podría hacerle presente, desmintiendo su palabra, minusvalorando su misterio, e interpretando los hechos descarnados de la realidad, para justificar posturas acomodadas...  

Demos espacio a la reflexión coherente y comprometida, que haga de la fe un resurgir en nosotros... Qué bien lo sirve hoy la liturgia, poniéndonos delante el salmo 104 invitándonos con ello a rezar... Necesitamos más que nunca del soporte de la súplica humilde, confiada, apoyada en la comunión de los santos que sostienen nuestro peregrinar, llevando nuestros pasos a la senda segura... Recemos entonces con los cristianos que rezan, y reconozcamos que Dios puede aportarnos al momento presente lo que nos hace falta a todos...

 "Recurrid al Señor y a su poder,
buscad continuamente su rostro.
Recordad las maravillas que hizo,
sus prodigios, las sentencias de su boca.


 ¡Estirpe de Abrahán, su siervo;
hijos de Jacob, su elegido!
El Señor es nuestro Dios,
él gobierna toda la tierra. 


Se acuerda de su alianza eternamente,
de la palabra dada, por mil generaciones;
de la alianza sellada con Abrahán,

del juramento hecho a Isaac" (Salmo 104)...

El Señor es fiel a sus promesas Automático Dad gracias al Señor ...

Que nuestro recuerdo diario por los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... sumados, un día más, los enfermos de coronavirus, y todos los que están entregados en cuerpo y alma a esta causa; llegue al cielo por la intercesión del Beato Tito y nos alcance de la misericordia de Dios, la salud, la fortaleza para luchar con esperanza, y la actitud de conversión a la fe, necesaria para hacer milagros, que reflejen la gloria de Dios en medio de la adversidad... Reconozcamos su presencia alentadora y creamos en su amor infinito...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria