lunes, 21 de diciembre de 2020

"Aclamad, justos, al Señor; cantadle un cántico nuevo"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Seguimos acercándonos a Belén, mirando de cerca a la Virgen María en la espera de la manifestación de la misericordia de Dios, en la ternura de un niño, nacido de su entrañas... estamos tan habituados a esa imagen, que su contenido no nos interroga, ni nos inquieta ¡¡no nos dejamos tomar por el misterio!!...

La encarnación debería hacernos sentir la necesidad de cambiar de actitud y rendirnos como hizo la Virgen a la Voluntad de Dios, dando paso a la fe, centrando la vida en la gracia y haciendo del evangelio la norma de nuestro vivir cotidiano...

El diálogo de la Virgen con su prima Isabel, proclamado hoy en la liturgia, está intervenido por el Espíritu Santo, y el protagonismo de este encuentro lo tiene la fe... la fe que es una luz que alumbra a quien se acerca a ella, y a quien pone a su lumbre sus propias sombras... Volvamos a la gracia, acojamos el don de Dios en Belén, y adoremos la gloria de Dios hecho humanidad, historia, uno de nosotros, para conducirnos al cielo...

"Dad gracias al Señor con la cítara,
tocad en su honor el arpa de diez cuerdas;
cantadle un cántico nuevo,
acompañando los vítores con bordones. 

El plan del Señor subsiste por siempre;
los proyectos de su corazón, de edad en edad.
Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,
el pueblo que él se escogió como heredad. 

Nosotros aguardamos al Señor:
él es nuestro auxilio y escudo;
con él se alegra nuestro corazón,
en su santo nombre confiamos" (Salmo 32)...


Pensamos en los enfermos del blog, como cada día... en todos, uno a uno... también sus familias... los que quedaron cogidos por la pandemia y se debaten en superarlo... y los que atravesaron el tiempo y descansan en el amor de Dios, infinito y providente, que escribe derecho con renglones torcidos, y tiene planes que no sabemos, pero que son siempre para un bien mayor... Pedimos la intercesión del Beato Tito para suplicar la salud de todos y un aumento de gracia que nos impulse a la conversión sincera y comprometida, porque vivir es un don y una responsabilidad, y Dios merece que nos lo tomemos en serio, porque todo es para bien de todos...
"confiando en el Señor, no me he desviado"

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria