domingo, 31 de octubre de 2021

"Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


¿Verdaderamente es Dios el eje sobre el que nos movemos los cristianos?... si Dios fuera una imposición a nuestra vida, tener que armarle, y además, sobre todas las cosas, será más bien una amenaza, más que un mandato... ¿se puede obligar a amar? ¿es el amor una ley?... imponer el amor es despojarle de su misma esencia... Ciertamente este juego de palabras, si no nos lleva al núcleo de esta propuesta, nos dejará al margen de ella, y nos será imposible llevarla a cabo...   

La palabra de Dios parte de una actitud fundamental, que sin ella, todo lo demás, queda al margen: "escuchar", ésa es la clave que puede desvelarnos el hallazgo que hará posible la revelación de Dios, que es amor, y el amor con que somos amados, motivándonos a amar en ese mismo amor...    

En Dios está nuestro origen, y en el amor de Dios, la causa de nuestro ser y estar... ¿será entonces el amor un mandato, o más bien en el amor está la realización plena de todo nuestro ser?.. el proceso de encuentro y conocimiento es la propuesta que la palabra quiere generar en nosotros, para que vivamos centrados y seguros mientras vamos de camino...

"Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza;
Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador.

Dios mío, peña mía, refugio mío, escudo mío,
mi fuerza salvadora, mi baluarte.
Invoco al Señor de mi alabanza
y quedo libre de mis enemigos. 

Viva el Señor, bendita sea mi Roca,
sea ensalzado mi Dios y Salvador.
Tú diste gran victoria a tu rey,
tuviste misericordia de tu Ungido" (Salmo 17)...


Pensemos ¡¡cómo no!! unos en otros, y recordemos a los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... estamos embarcados en una vorágine que nos hace sentir tantas veces vulnerables... ¡¡confiemos!! ¡¡creamos en Dios!!... Acerquémonos con "intriga" a sus caminos, y dejemos sentir en nosotros el respeto que merece la manera de expresarnos su amor y conducirnos a su Voluntad, siempre bondadosa, llena de ternura y compasión, hacia cada uno de nosotros... Atrevámonos a mostrarle los anhelos de nuestro corazón que quiere la salud de nuestros enfermos y la bendición del cielo para cada dolor y cada sombra en su camino... Acogidos a la intercesión del Beato Tito, ponemos en común nuestras súplicas aguardando frutos de fe a nuestra oración humilde... insistente... perseverante...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria...