domingo, 1 de noviembre de 2020

"Este es el grupo que viene a tu presencia, Señor"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


El sueño de ser santos no suele ocupar hoy espacio entre los deseos que perseguimos en nuestros retos... preferimos cosas, éxitos, poder, prestigio, realización personal, conocer mundos... ¡¡progreso!! es la última "palabrita" de moda que nos seduce a todos, sin darnos cuenta que quedamos presos en sus garras, y además es mentira... no vence, ni mucho menos, el progreso a la muerte, que es la gran amenaza de la que huimos los humanos mientras vivimos...

¿Es un drama la vida, de final trágico?... es posible que lo sea, según donde pongamos la meta... Hoy Jesús nos "desarma" dejándonos pintado en su Palabra un mundo diferente con garantía de felicidad, que trasciende el tiempo y florece en la  vida verdadera... la vida a la que el tiempo nos lleva, y la que nuestro mundo nos quiere borrar del horizonte, matándonos la esperanza...

La liturgia con la celebración de todos los santos, nos acerca el cielo a la tierra en las personas que amamos... ¿quién no está vinculado al cielo por alguien que ama y se le fue?... a veces negamos la evidencia por no asumir la realidad sin sucedáneos... Dios, que no miente, nunca nos negó que moriremos, pero nos aseguró la vida por otro camino y desde otros parámetros, que sólo ilumina la fe, y a la que nos acercamos por la gracia... El triunfo de los bienaventurados es la misericordia de Dios y ahí tenemos acceso todos los que confiamos en ella... Lo rezamos hoy en el salmo 23 con la Iglesia triunfante, participando del mismo don, por el misterio insondable de la comunión de los santos...

"Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos. 

Quién puede subir al monte del Señor?
Quién puede estar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes y puro corazón,
que no confía en los ídolos. 

Ése recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Éste es el grupo que busca al Señor,
que viene a tu presencia, Dios de Jacob" (Salmo 23)...


Miremos al cielo, hoy mejor que nunca, y descubramos el reflejo de tantas vidas que iluminan nuestro sendero, haciéndonos sentir que la confianza de corazón es la actitud más acertada para recibir los dones que Dios derrama sobre los pequeños... Recemos unos por otros, y acunemos nuestra fe en la comunión de los santos, para hacerla valer, en la mucha vida que encierra este misterio... Recordemos a los enfermos del blog... a todos, uno a uno... también sus familias... Acudamos al Beato Tito, nuestro intercesor, y que vaya con él nuestras súplicas al Padre, para que reciban la gracia de la salud todos nuestros enfermo, y reflejada la gloria de Dios en ellos, nos convirtamos de corazón a la fe, y seamos coherentes con lo que ello implica...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria