Es preferible ser un ignorante, pero lleno de fe, que un sabio
sin corazón... Porque sólo el hombre que actúa estrechamente unido a Dios puede
estar verdaderamente unido al prójimo. Sólo aquel que se nutre de Dios puede
dar testimonio de Dios con las obras.
Primero de todo nosotros debemos ver a Dios como la base
fundamental de nuestro ser. Esta base nace de la profundidad más interna de nuestra naturaleza. Sí,
nosotros estamos en contemplación continua de Dios y lo adoramos no sólo en
nuestro propio ser, sino en todo lo que existe: ante todo en el prójimo,
también en la naturaleza, en el cosmos, presente en todo y todo penetrante con
la obra de sus manos.
Conservad dentro de vosotros el sol de la gracia.
La oración es una vida, no un oasis.
Dios está muy cerca y todo lo que existe procede de su mano y
actúa bajo su mirada. Puesto que por su acción, por su gracia y por su vida
está siempre, tan presente en nosotros, debemos aprender a vivir con Él.
Debemos aprender de nuestros padres la vida interior que les unía con El y les
unía entre ellos, abriéndoles los oídos para escuchar y los labios para hablar.
Todos tenemos alguna necesidad o vivimos cerca de alguien que la tiene...
hacemos un momento de silencio y ponemos ante el Beato Tito la intención que queremos hacer llegar a la presencia de Dios para que nos sea devuelta en gracia...
el dolor que tanto duele, es compañero inseparable de la vida del hombre, por eso tenemos que aprender a vivirlo para que nos madure y no nos destruya, sabiendo que Dios es nuestro Padre y que la última palabra siempre es de vida y esperanza.
La Madre del Carmen, sin duda, pone ante Jesús el presente que el Beato Tito le presenta... por eso podemos rezar confiados...
Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de
febrero de 1942 delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.
Cuando te miro, buen Jesús,
advierto
en ti el amor del más querido
amigo,
y siento que, al amarte yo,
consigo
el mayor galardón, el bien
más cierto.
Este amor tuyo -bien lo sé-
produce
sufrimiento y exige gran
coraje;
mas a tu gloria, en este duro
viaje,
sólo el camino del dolor
conduce.
Feliz en el dolor mi alma se
siente:
la Cruz es mi alegría, no mi
pena;
es gracia tuya que mi vida
llena
y me une a ti, Señor,
estrechamente.
Si quieres añadir nuevos
dolores
a este viejo dolor que me
tortura,
fina muestra serán de tu
ternura,
porque a ti me asemejen
redentores.
Déjame, mi Señor, en este
frío
y en esta soledad, que no me
aterra:
a nadie necesito ya en la
tierra
en tanto que Tú estés al lado
mío.
¡Quédate, mi Jesús! Que, en
mi desgracia,
jamás el corazón llore tu
ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu
presencia
y todo lo embelleces con tu
gracia!
Señor Dios nuestro amante de
la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche
oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las
persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde
siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas,
renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar
por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así
lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su
canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.
Padrenuestro – Ave María –
Gloria …