jueves, 14 de noviembre de 2019

"Tu palabra, Señor, es eterna"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!

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Cuando escuchamos a Palabra, con su propia autoridad, presentar y definir la sabiduría, ¿nos sentimos motivados a buscar estas actitudes para incorporarlas a nuestro vivir cotidiano?... o mejor aún, ¿nos disponemos a dejarnos encontrar por esta gracia que habita entre nosotros discretamente, abriéndose paso, queriendo llegar a todos?...

Entrevemos el misterio en las lecturas de hoy, llamándonos a espigar lo real hasta dar con el grano que contiene el fruto que da a la vida sentido y contenido... Jesús nos habla del Reino, y lo sitúa entre nosotros, velado, pero eficaz, operativo... todos hemos de poner empeño en reconocerlo y mostrarlo a la vez, permitiéndole salir a flote, expresarse, darnos de lo suyo, iluminar los senderos que conducen a la vida, y dirigir nuestros pasos al bien, la paz, la libertad, la caridad...

En el llamo 118 encontramos la clave para hacer germinar esta propuesta que la liturgia acerca a nosotros para que la recemos con fe, valorando cuánto nos va en ello... La Palabra de Dios tiene capacidad insospechada de transformar nuestra percepción y situarnos en otras perspectivas, donde lo velado se revela y la oscuridad se ilumina...

"Tu Palabra, Señor, es eterna,
más estable que el cielo. .
Tu fidelidad de generación en generación,
igual que fundaste la tierra y permanece. 

Por tu mandamiento subsisten hasta hoy,
porque todo está a tu servicio. 
La explicación de tus palabras ilumina,
da inteligencia a los ignorantes. 

Haz brillar tu rostro sobre tu siervo,
enséñame tus leyes. 
Que mi alma viva para alabarte,
que tus mandamientos me auxilien" (Salmo 118)...

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Hagamos recuento de hermanos y busquémonos todos, uno a uno... que no falte nadie... recemos conscientes, de que lo que no tenemos, nos lo pueden conceder... no seamos suficientes... es mejor optar por la humildad... necesitamos a Dios en nuestra vida... en cada situación debemos sentir el reclamo de su presencia... Recordemos a los enfermos del blog y apoyemos unos, la fe de los otros, para que no vacilemos en la confianza... acudamos a la intercesión del Beato Tito y pongamos nuestras súplicas en común... el cielo dará respuesta en su momento... la hora de Dios puede no ser la nuestra, pero llegará... alarguemos la mano suplicante y humilde, y pidamos también fuerzas para no caer en la tentación... vivir en gracia hace a la gracia ser eficaz...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …