lunes, 30 de agosto de 2021

"El Señor llega a regir la tierra"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


La liturgia da ahora el mismo aliento de vida, dado entonces, a la Palabra de Jesús, si a nuestra actitud la ilumina la fe... También "hoy, se cumple, esta escritura que acabamos de escuchar"... Pero ojo, ¡¡que nos puede pasar como a los paisanos de Jesús!!, tan cercanos a él, tan asequible a sus dones, que se hicieron indignos de ellos, por el veneno del prejuicio y la sospecha, pensando que la sabían todas...

Dios siempre se acerca en lo cotidiano, él convive con nosotros, y se hace el encontradizo de mil maneras; su espíritu da alma a la vida de cada día... está en nuestra sensibilidad el darnos cuenta, o, dejarle pasar sin rozarnos siquiera lo que traía para nosotros... Creamos que es Jesús quien puede curar nuestras cegueras, quien puede liberarnos de nuestras esclavitudes, quien puede enriquecer nuestras pobrezas... con él llega a nosotros el "año de  gracia" y el don de la vida eterna...

El salmo, propuesto cada día por la liturgia, nos permite responder a la Palabra recibida con la misma Palabra de Dios, permitiéndonos unir a la fe la alabanza suplicante, agradecida, comprometida... hoy, lo hacemos con el salmo 95, unidos a la Iglesia y a los cristianos que rezan con ella cada día...

"Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones. 

Porque es grande el Señor, y muy digno de alabanza,
más temible que todos los dioses.
Pues los dioses de los gentiles son apariencia,
mientras que el Señor ha hecho el cielo. 

Alégrese el cielo, goce la tierra, retumbe el mar
y cuanto lo llena; vitoreen los campos
y cuanto hay en ellos. 

Aclamen los árboles del bosque,
delante del Señor, que ya llega, ya llega
a regir la tierra: regirá el orbe con justicia
y los pueblos con fidelidad" (Salmo 95)... 


Pensemos en nuestros enfermos, peregrinos de la confianza... recordemos a todos, uno a uno... también sus familias... que la intercesión del Beato Tito nos alcance del cielo, lo que sólo el cielo nos puede conceder... la salud para ellos, de cuerpo y de alma... y para todos, nuevas gracias que nos ayuden a valorar la fe y querer vivir de ella, aportando a nuestra vida más sentido y más coherencia... Que Dios sea el norte, y los hermanos la referencia que den pulso a nuestros marcadores, para que no nos despistemos al avanzar y lleguemos a puerto seguro...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria...