miércoles, 6 de marzo de 2019

"Misericordia, Señor: hemos pecado"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Alza la voz hoy la Iglesia en su liturgia y nos invita a todos a dar un paso al frente con contenido... ¡¡convertíos y creed al evangelio, hemos escuchado al imponernos hoy la ceniza!!... una llamada a la conversión sin presiones, sin amenazas, sin condiciones... Dios siempre empieza dando, ofreciendo, "os exhortamos a no echar en saco roto la gracia de Dios. Pues dice: «En el tiempo favorable te escuché, en el día de la salvación te ayudé». Pues mirad: ahora es el tiempo favorable, ahora es el día de la salvación"... Ojalá escuchemos, acojamos, caminemos en esta dirección...

Todos necesitamos la cuaresma... la palabra de Dios nos acerca en el evangelio de hoy las pautas para hacer efectiva y provechosa esta gracia, que quiere ser proceso de vida en cada creyente que se sabe pecador y que agradece a Dios su perdón, su cercanía, su  nueva propuesta ante las ocasiones perdidas...

Que frente a Dios mostremos nuestra verdad más profunda y nos dejemos curar en su amor infinito... ¡¡qué bien recogido en el salmo 50, tan a propósito para hacer a nuestro lado el camino cuaresmal!!... repitamos estos versículos, despacio, continuamente, con conciencia de nuestros límites, pero seguros a la vez, de que acercándonos a Dios nuestros límites no se limitan a nosotros, sino que se tornan en su poder, ilimitados...

 "Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. 

 Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado.
Contra ti, contra ti sólo pequé,
cometí la maldad en tu presencia. 

Oh, Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme.
No me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. 

Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza" (Salmo 50)...


Volvamos a recordar a nuestros enfermos... todos, uno a uno... también sus familias... miremos al cielo... que la fe dibuje esperanza en cada dolor que nos oprime, en cada anhelos que suspiramos... Ayudados de la intercesión del Beato Tito, renovemos la confianza de que Dios nos mira con ternura, y esperemos del cielo las gracias que pedimos humildes, insistentes, perseverantes...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...