miércoles, 23 de mayo de 2018

"El amor fraterno multiplica nuestra capacidad de gozo, ya que nos vuelve capaces de gozar con el bien de los otros"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Otra actitud que el Papa pide reflejar en la vida cristiana a quienes se encaminan decididos a la santidad, es la alegría y el sentido del humor... "el santo -dice el Papa- es capaz de vivir con alegría y sentido del humor. Sin perder el realismo, ilumina a los demás con un espíritu positivo y esperanzado" (n. 122)...

El cristiano convencido de los contenidos de la fe -que ciertamente son espirituales- se va capacitando al contacto con la gracia, para no dar carácter de absoluto a nada que sea temporal o perecedero, por muy lícito que parezca... Su vida tiene otros fundamentos, y se va acercando a ellos, abriéndose paso en el "tanteo que se barrunta" (detrás de las apariencias) de otras verdades más consistentes... lo decía San Pablo y lo trae a colación el Papa "Hemos recibido la hermosura de su Palabra y la abrazamos «en medio de una gran tribulación, con la alegría del Espíritu Santo»" (n. 122)... 


Cierto que esta alegría no la podemos fabricar nosotros... no es cuestión de vivir soñando, sino de saber dónde tenemos puesto el cimiento, y acudir a la fuente hasta que mane en nosotros... el gozo, que es la verdadera alegría cristiana, es un fruto del Espíritu Santo, y hemos de disponernos a florecer en él, y dejarle aflorar en nosotros... Es una verdad a nuestro alcance, pero que para empezar, nos encontramos distante de ella; y precisa que hagamos camino en su busca, para no perdernos estos dones que nos son necesarios para vivir y dar vida...

"Hay momentos duros, tiempos de cruz, -lo dice el Papa- pero nada puede destruir la alegría sobrenatural, que «se adapta y se transforma, y siempre permanece al menos como un brote de luz que nace de la certeza personal de ser infinitamente amado, más allá de todo». Es una seguridad interior, una serenidad esperanzada que brinda una satisfacción espiritual incomprensible para los parámetros mundanos" (n. 125)...


Atrevámonos a perfilar nuestras actitudes en estos valores cristianos, tan prácticos y tan fructíferos... La santidad la va dibujando Dios en el alma dócil, y en nuestra disposición, nos vamos fortaleciendo, en los mismos dones que vamos procurando... La fe nos ilumina, acercándonos a los caminos ciertos de la vida, que son a veces difíciles de transitar, pero seguros al pisar...

Volvamos a pensar unos en otros... Recordemos a todos los enfermos del blog, uno a uno... también a sus familias... y miremos al cielo confiados... suplicantes... esperanzados... Acogidos y amparados a quienes supieron hacer el camino sin vacilar, pidamos ayuda buscando su intercesión... nosotros volvemos los ojos al Beato Tito, poniendo ante Él nuestras plegarias, para que las ponga ante Jesús y la Virgen, nuestra Madre, haciendo llegar a nuestros enfermos el consuelo, la fortaleza, el gozo, y la salud...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María