jueves, 5 de noviembre de 2020

"Que se alegren los que buscan al Señor"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


¿Pasa algo en nosotros cuando Jesús nos desvela cómo es el corazón de Dios? ... ¿creemos de verdad en su misericordia? ... ¿sentimos necesidad de ella? ... ¿nos disponemos a recibirla, o entretenemos la vida en juicios y prejuicios, seleccionando quién es digno o indigno, según nuestro parecer?... Sólo quien conoce a Jesús, y apoyado en su Palabra se abre al amor de Dios, consciente de que no lo merece, lo puede recibir gratis, y agradecido, darlo con la misma generosidad que lo recibe...

No nos dejemos manejar por actitudes farisaicas, tan fáciles de sentir y consentir en nosotros, y conozcamos a Jesús, hasta reconocer en nosotros, sus mismos sentimientos, entregándonos a amar, para que muchos conozcan el amor ¡¡no cualquier amor!! sino el amor de Dios, manifestado en Jesús y prendido en nosotros por la fe... 

El salmista, alza su voz, mostrándonos un camino seguro, sostenido en la alabanza y la fe, que es donde la liturgia actualiza la gracia para nosotros, si abrimos el alma a recibir el don... Jesús ha puesto su vida a nuestro lado, abriendo surcos de luz, para que pisemos acertadamente en el tiempo, sendas que conducen donde vamos... el tiempo pasa, la vida es eterna...

"Cantadle al son de instrumentos,
hablad de sus maravillas;
gloriaos de su nombre santo,
que se alegren los que buscan al Señor.

Recurrid al Señor y a su poder,
buscad continuamente su rostro.
Recordad las maravillas que hizo,
sus prodigios, las sentencias de su boca. 

¡Estirpe de Abrahán, su siervo;
hijos de Jacob, su elegido!
El Señor es nuestro Dios,
él gobierna toda la tierra" (Salmo 104)...


Recordamos, como cada día, a nuestros enfermos, peregrinos de la confianza, con los que vamos haciendo camino... pedimos al cielo para ellos, la salud, la fortaleza, la esperanza, la fe... nos apoyamos en la intercesión del Beato Tito, poniendo ante él nuestra confianza, presentándole nuestras súplicas para que las lleve a Dios, y Dios las cumpla...

Tenemos hoy el dolor de despedir a José María, que voló precipitadamente llevándonos la delantera, viendo coronada su confianza y su fe, certezas que llevaba en su alma mientras peregrinaba su tiempo hacia la Vida... sin duda seguirá unido a nuestro blog por la comunión de los santos, porque la oración no rompe el hilo al cruzar la frontera... La Virgen le llevará a Jesús, y le dejará a su lado, sin duda, para siempre...

"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria