domingo, 13 de febrero de 2022

"Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


El discurso de las bienaventuranzas que Jesús proclama en el evangelio de hoy es provocativo, porque a la  vez que proclama dichosos a "los pobres,  los que ahora tienen hambre, los que ahora lloran, etc", abriéndoles el alma a la esperanza del Reino, denuncia a quienes podrían remediar estas situaciones y no lo hacen, desentendidos de los demás, confortablemente situados... ¡¡Ay, también, de nosotros, ante tanta indiferencia que nos dejamos herir de egoísmo hasta enfermar de insensibilidad!!...

Sacudámonos el polvo que se nos va pegando a la fe, y que nos impide despertar a lo real, conscientes de que la vida temporal es un camino, y no podemos llegar donde vamos desprovistos de caridad, fraternidad, humanidad.... no es la fe una amenaza para vivir temerosos, apocados, bloqueados; es una nueva luz que desempaña nuestros ojos y nos permite reconocer agradecidos el regalo de vivir, de compartir, de construir en los pilares del Reino un mundo "vivible", de todos, acogedor, inclusivo...

Ojalá el eco de la voz de Jesús nos remueva desde dentro lo mejor de nosotros y nos atrevamos a romper fila, pisando las sendas abiertas por él mismo, que ha venido a vivir entre nosotros, para llevarnos con él al vivir verdadero... Acariciemos el corazón rezando con la liturgia el salmo 1, creyendo de verdad en esta bienaventuranza, y aprendiendo por la fe a llevarla a cabo en nuestro vivir cotidiano...

"Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche. 

Será como un árbol plantado
al borde de la acequia:
da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin.

No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal" (Salmo 1)... 


Volvamos a rezar unos por otros y llevemos la gracia a todos los que quieren compartir el don que Dios nos ofrece y nos otorga gratuitamente... Pensemos en los enfermos del blog, en todos, uno a uno... también en sus familias... Pidamos al Beato Tito su intercesión y pongamos ante él nuestras súplicas para que el Padre, rico en misericordia, se digne devolverles la salud y se vea la gloria de Dios reflejada en cada uno de los que acunamos nuestra confianza en su poder...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria...