lunes, 17 de julio de 2017

La prudencia es la “regla recta de la acción”


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Una vez que hemos ido pasando por los fundamentos sólidos de la vida cristiana, considerados en las virtudes teologales, fe, esperanza y caridad; hemos valorado el despliegue y la fuerza que provoca en el alma, o la firmeza y consistencia que da a la persona que los posee, vamos a pararnos ahora en otro grupo de actitudes -esta vez de carácter humano- que son las virtudes cardinales, prudencia, justicia, fortaleza y templanza, asociadas algunas de ellas a los dones y frutos del Espíritu Santo (que también vimos en su día), pero que aquí, son más bien "preámbulo" con que disponernos, dando consistencia a nuestro soporte personal, para que Dios pueda asentar en nosotros sus dones, sin temor de "derrumbe" por nuestra parte...

El hombre que en su esencia es espiritual, no comienza viviendo del Espíritu, ni en el Espíritu, sin unos previos de conocimiento y gracia, que le permitan despertar a la conciencia y asumirla libremente, entregándose a ello con la voluntad...

El hombre prudente, que bebe en la Palabra de Dios, hasta asimilar criterios de conducta que conformen su mente a sus matices, se dispone con ello a adquirir sabiduría y dar pasos en la vida en dirección a lo esencial, donde se encontrará con el tesoro que le habita y descubrirá riquezas que le son del todo necesarias para acertar en la vida...


En el deseo de irnos enriqueciendo en estos principios, que son los fundamentos del ser y el existir, reforcemos la relación con Dios en la oración, acercándonos cada vez más a la vida de la gracia y valorando en su justa medida, cuánto nos va en ello... la prudencia, cuando adquiere carácter de virtud, favorece el equilibrio y le da un talante a la persona de dominio sobre las cosas, que es esencial para ser libre y vivir en la libertad... no la libertad que esclaviza, sino la que libera para el bien, la entrega y el amor...

Es una necesidad acordarnos de las personas que amamos y a las que nos sentimos ya vinculados por nuestro encuentro diario y nuestra comunión de vida en orden a la fe y la confianza... vamos a rezar, como cada día, por los enfermos del blog, para que esta etapa de sus vidas, a nivel personal y familiar, sea de verdad, como Dios quiere, una gracia y una riqueza teologal... que la Virgen escuche nuestras súplicas que le presenta en racimo nuestro intercesor, Beato Tito, y nos consiga de su Hijo lo que con tanta fe, perseverancia, paciencia y esperanza no dejamos de implorar, en la confianza de que somos escuchados, atendidos y agraciados por quien nos quiere más que nadie y no deja de amarnos en esta situación por la que pasamos...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …