jueves, 8 de agosto de 2019

"Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: «No endurezcáis vuestro corazón»"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"La fe entra por el oído", dice la escritura... y hoy la liturgia recoge, en la respuesta al salmo responsorial de la misa, el preámbulo para acoger este don en nosotros, y permitirle a Dios revelarnos al corazón su presencia, dándonos a conocer quién es Jesús... No basta lo que dicen otros de Él; la experiencia, hasta que no es personal, no es efectiva, ni nos motiva a seguirle, distinguiendo su voz de otras voces, que nos confunden con ofertas fáciles y vanas, desde apariencias engañosas, que no aportan nada seguro donde cimentar los pasos que hacen caminos ciertos, y conducen a la vida verdadera...

Centremos la oración de hoy en el salmo 94, sin olvidar la antífona donde se balancea "ojalá escuchéis hoy", a fin de que como a Pedro en el evangelio, nos sea revelado desde arriba, quién es Dios, y por qué seguirle, e ir tras Él en Jesús, su verdadero rostro para encontrarle... El eco de su voz resuena en la liturgia y ¡¡no lo olvidemos!! la liturgia actualiza lo que celebra... "ojalá escuchéis HOY"... ese HOY es AHORA... y es en ti... en mí... en nosotros...

"Venid, aclamemos al Señor, 
demos vítores a la Roca que nos salva; 
entremos a su presencia dándole gracias, 
aclamándolo con cantos.

Entrad, postrémonos por tierra, 
bendiciendo al Señor, creador nuestro. 
Porque él es nuestro Dios, 
y nosotros su pueblo, 
el rebaño que él guía. 

Ojalá escuchéis hoy su voz: 
«No endurezcáis el corazón como en Meribá, 
como el día de Masá en el desierto; 
cuando vuestros padres me pusieron a prueba 
y me tentaron, aunque habían visto mis obras»"(Salmo 94)...


Miremos al cielo... clamemos a Dios... recordemos a los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... Que por la intercesión del Beato Tito y la comunión de los santos, recuperen ellos la salud, y todos, agradecidos, porque su misericordia es eterna, nos entreguemos a la fe sin condiciones, y seamos coherentes en responder a la gracia, con una vida cristiana comprometida, que permita a otros muchos llegar a la fe y permanecer en ella hasta encontrarnos con su Voluntad... -Sor Mª de La Cruz cruzó el umbral del tiempo acompañada del susurro de nuestros ruegos, y no dejará de seguir suplicando, para todos, la gracia de la confianza de corazón, camino seguro, que ya ella ha visto coronado en los brazos del Padre-... Dios es fiel...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...  

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …