lunes, 4 de septiembre de 2017

Bienaventurados los que buscan la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Actualmente a todos nos preocupa el tema de la paz... problema global, generado por el ser humano sin causas justificables, con verdaderos efectos dramáticos irreparables... 

En el programa de Jesús está incluida la tarea de la paz... la paz hay que trabajarla... construirla... hacerla... Jesús la sigue proclamando y ofreciendo a los suyos, como objetivo al que se deben ordenar otros valores, que la harán posible, fuerte y duradera...

Los pacificadores... los constructores de la paz son gente valiente... madura... serena... que dedican tiempo a la siembra... al cultivo... a los medios... y puesta su confianza en el corazón de Dios, mantienen la dirección sin forzar los frutos... éstos llegarán a su tiempo y serán copiosos...


Debemos escuchar a Jesús y tomarnos en serio esta propuesta... los hijos de Dios, si se acercan a Dios, se parecerán a Dios... dejarán a Dios expresarse a través de ellos y el mundo será habitable... la paz dejará de ser utopía y seremos de verdad hermanos unos de otros, desde la misma raíz, que será el corazón de Dios...

Mientras llegamos a este prodigio artesanal del Espíritu... pidamos a Dios la paz... para todos... en todos... con todos... valoremos la paz... trabajemos la paz...


Sigamos encontrándonos cada día... hagamos el esfuerzo de aparecer a las 20,30, porque la comunión y la unión se reclaman una a la otra... los efectos son múltiples... y los beneficiados, todos nosotros...

Pensemos en los enfermos del blog, en todos, uno a uno -un recuerdo especial para Ángel Pascual, peregrino con nosotros y que se muestra resistente a los tratamientos y está muy mal, necesita nuestra ayuda-... miremos al cielo de manos del Beato Tito, que sin duda se hará encontradizo con la Madre, y pidamos... sin complejos... sin titubeos... decididos y seguros, que el cielo puede darnos lo que pedimos con fe, sin vacilar en la confianza... ese es nuestro sello... en esa actitud queremos perseverar... no vamos a quedar defraudados...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …