miércoles, 9 de octubre de 2019

"Tú, Señor, eres lento a la cólera, rico en piedad"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Sugestiva y práctica enseñanza la que acerca hasta nosotros hoy la liturgia en la primera lectura de la misa... ¡¡qué bien representados quedamos en la figura de Jonás, y qué bien dibujado queda el corazón de Dios, dispuesto siempre al perdón y la misericordia!!... Ciertamente, la voluntad de Dios es que lleguemos todos al conocimiento de la verdad y acojamos su salvación, y ese objetivo es incondicional... A Dios no le importan los "por qués" le buscamos, sino que nos encontremos con Él... Al contrario que nosotros, Dios no busca lo nuestro, sino a nosotros... y despertar a ese don, es la gracia que no deja de facilitarnos en el conjunto de todo lo que acontece... 

El profeta se resiste a la gratuidad de Dios y, Dios, sin darse por aludido, le va llevando a entrar en razón, mostrando cuántas rendijas nos quedan, para darles la vuelta, cuando pensamos que somos mejores que los demás... Es elocuente el salmo 85, una vez que hemos caído en la cuenta que estamos tan necesitados de Dios, como los que todavia no han llegado a Él... el egoísmo nos impide ser libres, y somos esclavos de esta pasión "solapada" que llevamos dentro y que enmascaramos de tantas maneras...

"Tú eres mi Dios, piedad de mí, Señor,
que a ti te estoy llamando todo el día;
alegra el alma de tu siervo,
pues levanto mi alma hacia ti. 

Porque tú, Señor, eres bueno y clemente,
rico en misericordia con los que te invocan.
Señor, escucha mi oración,
atiende a la voz de mi súplica. 

Todos los pueblos vendrán a postrarse en tu presencia, Señor;
bendecirán tu nombre:
«Grande eres tú, y haces maravillas;
tú eres el único Dios»" (Salmo 85)...

También hoy, en la escuela de Jesús, aprendemos del maestro a rezar, como hijos del único Padre que todos tenemos... ¿Nos hemos cuestionado alguna vez al ver a Jesús rezando?... ¿Nos hemos parado ante esa imagen hasta afectarnos?... ¿Nos ha nacido el deseo de ser introducidos en esa experiencia, impulsados en el testimonio de Jesús?... En la oración de Jesús queda dibujada la vida del discípulo del Reino, y del hijo de Dios, que se supone son los mismos... y, sabemos desde pequeños rezar esta oración... Ahora es el momento de preguntarnos si de verdad expresamos al rezar, lo que decimos...


Recordando, como cada día, a los enfermos del blog... a todos, uno a uno... también sus familias... volvamos a mirar al cielo amparados por la intercesión del Beato Tito, presentando de nuevo nuestras súplicas, en la confianza de que recuperen la salud y también ellos sean testigos de las maravillas de la gracia, que por la fe florece en nuevos dones... -no nos olvidemos de Marina Romero que se encuentra en una situación crítica y necesita el apoyo y la fuerza de la comunión, para enfrentarse a este momento- ...Dios es nuestro Padre, y su Voluntad, es la expresión objetiva de su amor, sin evitarnos el misterio, ni la oscuridad que lo envuelve, pero no fallará a sus promesas, ni dejara de cumplir su Palabra...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …