viernes, 22 de noviembre de 2019

"Alabamos, Señor, tu nombre glorioso"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!

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En contraposición a nuestro mundo, que no asocia el culto, ni a la fe, ni tampoco al templo como lugar por excelencia de comunión y de oración, la liturgia se centra hoy en esta imagen y nos presenta distintas actitudes que pueden iluminarnos la vida y la fe, de cara a nuestra relación con Dios y su providencia... 

Bonito es ver a los hombres vueltos a Dios en actitud de alabanza, como se aprecia hoy en la primera lectura de la misa, reconociendo su bondad, su misericordia, su compañía mientras recorremos la vida... Pero como siempre, también podemos desvirtuar esa relación, como nos muestra el evangelio, y cambiar la proximidad que Dios nos concede saltándonos el escalón de la trascendencia, queriendo poner a Dios a nuestra altura y quedándonos fuera de lo que creemos haber encontrado...

Que el temor de Dios, principio de sabiduría, nos capacite para no apropiarnos lo que no nos pertenece, pero que no nos quedemos sin lo que Dios quiere darnos... entonemos alabanza con la liturgia y demos gloria a Dios, agradecidos de su gratuidad...

"Bendito eres, Señor, Dios de nuestro padre Israel,
por los siglos de los siglos.

Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder,
la gloria, el esplendor, la majestad,
porque tuyo es cuanto hay en cielo y tierra. 

Tú eres rey y soberano de todo.
De ti viene la riqueza y la gloria.

Tú eres Señor del universo,
en tu mano está el poder y la fuerza,
tú engrandeces y confortas a todos" (Cro. 29)...

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Recemos pues, unos por otros... los enfermos del blog necesitan la fe, que contiene en ella misma, la eficacia de hacer lo que pedimos... miremos al Beato Tito, gigante en la fe y prototipo de creyente... empeñó su vida, fiado en la Palabra eterna de Dios, y no quedó defraudado... él nos puede ayudar a dar este paso firme, decisivo, maduro, sembrando en Dios nuestra esperanza... recogeremos frutos de consuelo, fortaleza, paciencia, esperanza, mientras vamos de camino y confiamos al cielo la salud de nuestros enfermos, que con tanta confianza no dejamos de implorar...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …