viernes, 5 de abril de 2019

"El Señor está cerca de los atribulados"...



 Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


El tema del dolor, que a todos nos afecta y del que todos queremos huir, siempre nos parece una injusticia, además evitable... y no nos damos cuenta, que el dolor es fruto del pecado, personal y colectivo, que como nos cuesta asociar la causa al efecto, solemos quedarnos al margen, sin cuestionarnos siquiera de dónde parte la raíz, que da esta planta tan fértil y con frutos para que comamos todos...

Si leemos la liturgia despacio, vemos cómo se maquina la persecución del inocente y cómo se justifica con los criterios que imperan; entonces eran unos, ahora son otros, pero en el fondo, la trampa es la misma... el ser humano decide, sin ser dueño de nada, dónde tiene que quedar cada cosa, y hasta cada persona, si puede ser molesta, o si molesta mucho... lo hicieron con Jesús y son muchos los que como Jesús se ven pasando por un trance del que sólo Dios puede librarles, escuchando su clamor y el eco de los que claman por ellos...

La fe nos ayuda a dar un paso más, y gracias a ella podemos quitar la barrera que más nos asusta, la que separa el tiempo y la eternidad, porque ciertamente, hay flores que nacerán allí, pero tienen que ser plantadas aquí... Miremos a Jesús, decidido, seguro, confiado, acercándose a la voluntad del Padre por el camino que van torciendo los hombres, cegados por la ambición, y la soberbia de querer ser como Dios... ¡¡Bonito salmo el 33 para tomar conciencia y pedir humildad!!...

 "El Señor se enfrenta con los malhechores,
para borrar de la tierra su memoria.
Cuando uno grita, el Señor lo escucha
y lo libra de sus angustias. 

 El Señor está cerca de los atribulados,
salva a los abatidos.
Aunque el justo sufra muchos males,
de todos lo libra el Señor.

Él cuida de todos sus huesos,
y ni uno solo se quebrará.
El Señor redime a sus siervos,
no será castigado quien se acoge a él" (Salmo 33)... 


Aprovechemos la gracia de la cuaresma para volver al Señor y entrar por sus caminos que conducen al bien y nos permiten conocer al Señor y saborear su misericordia... Pensemos, hasta recordar a todos, uno a uno, en los enfermos del blog... también sus familias... Que la intercesión del Beato Tito nos eleve nuestras súplicas al cielo, hasta que el cielo derrame sobre nosotros las gracias que imploramos... Que se curen los que están heridos por el dolor de la enfermedad, y que nos convirtamos a la gracia, todos los que creemos que el camino cristiano conduce a la verdad y a la vida verdadera...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...