sábado, 6 de marzo de 2021

"El Señor es compasivo y misericordioso"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"Dios se complace en la misericordia", dice hoy la palabra de Dios en la liturgia, antes de "pintarnos el cuadro" que nos narra el evangelio, conocido tradicionalmente como la parábola del hijo pródigo, y que actualmente la llamamos, parábola del Padre misericordioso, porque en ella encontramos dos hijos, y los dos necesitan misericordia, que sólo el Padre tiene, y es capaz de dar, sin pedir nada a cambio...

Acerquémonos al corazón de Dios a beber de su fuente, conocer el bien, practicarlo, recibir su amor, compartirlo, curarnos en su perdón, hasta capacitarnos también nosotros a amar y perdonar de la misma manera... La cuaresma avanza, y la palabra de Dios sigue abriendo surcos en el camino de nuestra vida queriéndonos llevar a la fe verdadera, comprometida, la fe que cura el alma de egoísmos y envidias, y nos enseña a ser hijos del mismo Padre que todos tenemos, y de donde salimos todos hermanos...

¿Nos sentimos pecadores, necesitados de perdón, dispuestos a dejarnos perdonar, rectificando nuestras actitudes? ¿nos comprometemos a perdonar, dando a los otros lo mismo que recibimos nosotros del amor de Dios, gratuita y generosamente?... si entramos en esta corriente de gracia y bendición, el salmo 102 será una manera de expresar a Dios nuestra adhesión a la gracia, reconociendo que el corazón de Dios es infinito, como su poder y su misericordia, y en esta corriente de amor, somos amados, personal y gratuitamente...

 "Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios. 

 Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa,
y te colma de gracia y de ternura. 

No está siempre acusando
ni guarda rencor perpetuo;
no nos trata como merecen nuestros pecados
ni nos paga según nuestras culpas. 

 Como se levanta el cielo sobre la tierra,
se levanta su bondad sobre los que lo temen;
como dista el oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestros delitos" (Salmo 102)...


Pensando, hasta recordar a todos, en los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... miremos al cielo suplicantes, pidiendo la intercesión del Beato Tito para clamar por ellos, la salud, del cuerpo y del alma, y para todos, nuevas gracias actuales que nos hagan posible vivir con coherencia los compromisos de la vida cristiana, reconociendo cuánto necesitamos de Dios y cuán vulnerables somos los humanos...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria