sábado, 26 de febrero de 2022

"Suba mi oración como incienso en tu presencia, Señor"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"Dejad que los niños se acerquen a mí, no se lo impidáis", es la súplica que Jesús proclama hoy en su Palabra... y los oídos de nuestro mundo, puede que también los nuestros, se cierran a esta gracia que es una buena semilla donde veríamos florecer mañana un mundo nuevo... 

Estamos entregando la fe a otras corrientes dejándonos manipular ingenuamente lo más sagrado que tenemos, y nos estamos alejando de lo verdadero, debilitando nuestras raíces para el bien, desviándonos de lo permanente y dificultando la búsqueda y el hallazgo, de la meta a que nos dirigimos... El tiempo y todo lo temporal y terreno nos lo va cercando el horizonte mismo, y nosotros, eternos, seducidos por las mentiras que nos ofertan los enemigos del bien, vamos matando la esperanza a la vez que nos acercamos vitalmente a ella... 

Desandemos terrenos baldíos y pisemos los senderos de vida ofertados cada día por la bondad infinita de Dios misericordioso y bueno, que nos busca apasionadamente entre los vericuetos donde andamos perdidos, engañados, seducidos... no quitemos los niños a Jesús, no les neguemos la fe, no les impidamos vivir de la gracia... Despertemos también nuestra inocencia y dejémonos conducir a la verdad y el bien... Recemos el salmo 140 con la Iglesia y miremos al cielo pidiendo al Señor ayuda y socorro...

"Señor, te estoy llamando, ven deprisa,
escucha mi voz cuando te llamo.
Suba mi oración como incienso en tu presencia,
el alzar de mis manos como ofrenda de la tarde. 

Coloca, Señor, una guardia en mi boca,
un centinela a la puerta de mis labios.
Señor, mis ojos están vueltos a ti,
en ti me refugio, no me dejes indefenso" (Salmo 140)...


Con el habitual recuerdo por los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias, volvemos a pedir la salud para ellos desde la intercesión del Beato Tito... renovando nuestro acto de fe, en su poder y su misericordia... incluyamos a nuestra oración la intención de la paz en el mundo, tan amenazada en estos momentos... 
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria...