viernes, 11 de junio de 2021

"Sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Dios tiene corazón, celebra hoy la liturgia... San Pablo pide al cielo para nosotros, los tesoros de la gloria, que podemos recibir por el espíritu: "robusteceros en lo profundo de vuestro ser, que Cristo habite por la fe en vuestros corazones, que el amor sea vuestra raíz y vuestro cimiento; y así, con todos los santos, lograréis abarcar lo ancho, lo largo, lo alto y lo profundo, comprendiendo lo que trasciende toda filosofía: el amor cristiano. Así llegaréis a vuestra plenitud, según la plenitud total de Dios"...

Esta corriente de gracia, inapreciada por cierto, no deja de generar vida, sosteniendo la frialdad de los que no sienten el latir de la fe, y no escapan de las trampas del egoísmo... El ser humano esta vinculado al corazón de Dios, es parte de su misma esencia; nuestro latido humano es sostenido por su mismo latir, pues en Él, vivimos, nos movemos y existimos, y nos pasamos la vida mendigando amores ficticios que no resuelven nuestros anhelos...

Acerquemos el alma al amor de Dios y saciemos nuestra sed en su fuente... demos de beber a otros sedientos que no saben llegar a la fuente... agradezcamos a Dios el amor de su corazón humanado, traspasado por nuestras propias maldades, muerto por nuestros pecados... Recemos con la liturgia el cantico de Isaías, dando gloria a Dios... 

"El Señor es mi Dios y Salvador:
confiaré y no temeré, porque mi fuerza
y mi poder es el Señor, él fue mi salvación.
Y sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación. 

Dad gracias al Señor,
invocad su nombre,
contad a los pueblos sus hazañas,
proclamad que su nombre es excelso. 

Tañed para el Señor, que hizo proezas,
anunciadlas a toda la tierra;
gritad jubilosos, habitantes de Sión:
«Qué grande es en medio de ti el santo de Israel»" (Is. 12)...


Que no cesen las plegarias al cielo en estos momentos que vivimos... Pidamos fe y esperanza para los enfermos, que éso es también pedir la salud... Sabemos que el tiempo no es más que camino, y todo camino conduce a un destino... Que nos acompañe la oración sostenida por la fe de todos los que rezamos... y que la intercesión del Beato Tito, acerque al cielo nuestro dolor, y nos permita sentir respuesta de gracia para todo lo que pedimos a Dios, con humildad y confianza... Porque Dios lo puede todo, y nos ama... Dios tiene corazón...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria