sábado, 23 de marzo de 2019

El Señor es compasivo y misericordioso...



 Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


La liturgia de hoy nos acaricia el corazón por la esperanza... ¡¡el corazón de Dios!! ... ¡¡sus entrañas de misericordia!! ... ¡¡toda su compasión hacia nosotros!! ... Son muchos los matices que aparecen en la parábola narrada en el evangelio de la misa de hoy, ¡¡ojalá todos llegáramos a la experiencia de ser encontrados por la gracia!!...

Llamativa la figura del hijo menor, tan actual y sugerente, que puede, sin duda, decirnos algo de nosotros mismos... Pero no menos expresiva la respuesta del hijo mayor frente al perdón y la misericodia, de la que piensa que él no necesita y la reprocha despectivamente... 

En contrapeso, el corazón del Padre, imparcial, sereno, cordial, tendiendo puentes a uno y otro lado, en el deseo de acercarlos a Él y entre ellos, y permitirles llegar a la paz y la libertad del buen camino...

Alabemos al Señor con el salmo 102 y afiancemos la fe descansando nuestra debilidad en la misericordia desbordante del corazón de Dios que nos busca sin descanso...

 "Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios. 

Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa,
y te colma de gracia y de ternura. 

No está siempre acusando
ni guarda rencor perpetuo;
no nos trata como merecen nuestros pecados
ni nos paga según nuestras culpas. 

Como se levanta el cielo sobre la tierra,
se levanta su bondad sobre los que lo temen;
como dista el oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestros delitos" (Salmo 102)...


Volvamos a recordar a los enfermos del blog, todos, uno a uno... también sus familias... Miremos al cielo suplicantes, apoyados en la intercesión del Beato Tito, esperando su mediación y ayuda, para que el cielo conceda frutos a nuestra fe y veamos la gloria de Dios en su obrar admirable... 
"Confiando en el Señor, no me he desviado"

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...