domingo, 13 de diciembre de 2020

"Me alegro con mi Dios"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Hay un sobrenombre en la liturgia para este tercer domingo de adviento; "gaudete" "alegraos"; es el domingo de la alegría... Pero no la alegría bullanguera, sin contenido, provocada por cosas intrascendentes, dependiente de que las cosas coincidan con nuestros deseos; la alegría a la que se refiere hoy la liturgia es más honda y permanente, incapaz de que el viento de la contrariedad se lleve esta gracia que apunta al norte de nuestra vida...

Se acerca el nacimiento de la paz verdadera, y la esperanza cristiana, virtud teologal, puede desde entonces habitar para siempre en el corazón creyente, como roca firme donde sostenerse y apoyarse... El don de Dios rompe los cielos para cobijar la tierra, y este acontecimiento no es un cuento de hadas que nos contamos cada año para descentrar la mirada de los conflictos reales a los que hemos de enfrentarnos cada día ¡¡todo lo contrario!! el cristiano puede vivir con sentido todo, y puede sombrar cada día nuevas semillas de gracia que vayan floreciendo entre la cizaña, para que no falten frutos buenos en la cosecha de la vida...

A pesar de lo que vemos, gracias a la encarnación, es la gracia la que ha triunfado sobre el mal del mundo ¡¡Dios nos ha salvado con su nacimiento en nuestra carne!! ¡¡ésa es nuestra paz!!, y de esa paz florecerá nuestra esperanza, que es expresión real de la alegría verdadera... Hoy es la Virgen la que nos presta su alma para rezar el salmo del magníficat, agradeciendo a Dios su iniciativa, y a la Virgen su libertad para responder sin trabas a su Voluntad...

"Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones. 

Porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación. 

A los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia" (
Lc 1,46-48.49-50.53-54)...


Sigamos llamado al cielo... necesitados de la misericordia de Dios para superar estos momentos... nos sentimos vulnerables... somos pequeños... recordemos, como cada día a los enfermos del blog, peregrinos de la confianza... todos, uno a uno... igualmente los contagiados por la pandemia... también los familiares de todos los que están sufriendo esta hecatombe... Que la intercesión del Beato Tito nos alcance lo que nuestra fe suspira en la fuerza de la comunión de los santos, donde nos apoyamos todos para hacerla más efectiva y eficaz... Cobijémonos en la gracia de Dios y seamos humildes para volver nuestros pasos a sus caminos...
"confiando en el Señor, no me he desviado"... 

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria