miércoles, 18 de noviembre de 2020

"Santo, Santo, Santo es el Señor Dios, el todopoderoso"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


La liturgia, buena pedagoga, sigue subrayando -aprovechando el final del año litúrgico- una verdad conmovedora, que el hombre moderno intenta evadir; y es que el tiempo entregará la vida a su origen, y ésta, debe para entonces, haber madurado y llegar a ello multiplicada... Los dones de Dios, con que cada uno es enriquecido para bien de todos, no deben emplearse egoístamente, sin conciencia de que el TODO, necesita de cada parte, también la mía, para que la unidad quede consolidada y enriquecida, dejándose ver en en ello el proyecto de Dios, que es el Reino...

Si no elevamos la mirada a la fe, y queremos eternizar el tiempo, sin importarnos la conquista encomendada, empleándonos en otras cosas que no trascienden, también habrá frutos a esta siembra, que los lamentos de última hora no hacen florecer... La Palabra de Jesús quiere abrirnos paso a la vida, con la sola condición de que acerquemos el oído y nos dejemos iluminar activamente... 

El tiempo nos es dado, gratuitamente, para cuidar la semilla que somos cada uno, y ayudarnos a florecer en frutos de vida, de los que nos demos de comer unos a otros, haciendo del mundo un hogar con destino único, común y compartido... Dios es la única Verdad que engloba todo; en Él, vivimos, nos movemos y existimos, y hasta Él caminamos cada día, al calor de su presencia y al cobijo de su gracia... Expresémosle entonces nuestra fe en alabanza, rezando con la Iglesia el salmo 150...

"Alabad al Señor en su templo,
alabadlo en su fuerte firmamento.
Alabadlo por sus obras magníficas,
alabadlo por su inmensa grandeza. 

Alabadlo tocando trompetas,
alabadlo con arpas y cítaras;
alabadlo con tambores y danzas,
alabadlo con trompas y flautas. 

 Alabadlo con platillos sonoros,
alabadlo con platillos vibrantes.
Todo ser que alienta alabe al Señor" (Salmo 150)...


Pensamos en los enfermos del blog, como cada día... en todos, uno a uno... también sus familias... los que aún están cogidos por la pandemia y se debaten en superarlo... y los que atravesaron el tiempo y descansan en el amor de Dios, infinito y providente, que escribe derecho con renglones torcidos, y tiene planes que no sabemos, pero que son siempre para un bien mayor... Pedimos la intercesión del Beato Tito para suplicar la salud de todos y un aumento de gracia que nos impulse a la conversión sincera y comprometida, porque vivir es un don y una responsabilidad, y Dios merece que nos lo tomemos en serio, porque todo es para bien de todos...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria