sábado, 19 de diciembre de 2020

"Que se llene mi boca de tu alabanza, y así cantaré tu gloria"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


La liturgia nos va situando en los previos al misterio que está a punto de actualizarse en la Iglesia, y en el alma del cristiano que acoja el don inmenso de la Navidad... ¡¡dejemos a Dios ser Dios, que siempre saldremos ganando... Hoy repasamos, en la liturgia, el anuncio del nacimiento de Juan Bautista, salido también de los moldes naturales habituales, para que aprendamos a esperar de Dios lo imposible, porque su poder no está sometido a nada, y de Él podemos esperar todo... La fe es la que abre camino en los senderos de la vida, y la que conduce la vida hasta los caminos de Dios...

Aprovechemos la gracia del don inmenso de Dios-con-nosotros, y volvamos a la "cordura" de ser criaturas, salidas de las manos de Dios para habitar un mundo de hermanos, hijos del mismo Padre... Permitamos a Dios realizar su proyecto salvador, que por nuestros pecados hemos sacado de nuestros límites, haciendo imposible por nosotros mismos, la paz, la justicia, la solidaridad, la fraternidad...

Dios nos ama y viene a nosotros a restaurar su imagen impresa en cada uno, desdibujada e irreconocible, tantas veces, por el pecado... acojamos el don inmenso de la Navidad en el alma, y demos protagonismo a la fe, la esperanza, el amor, que son las verdaderas actitudes, dignas del ser humano... Recemos el salmo 70. reconociéndonos necesitados de Dios y seguros de su amor infinito, y su invencible poder...

 "Sé tú mi roca de refugio,
el alcázar donde me salve,
porque mi peña y mi alcázar eres tú.
Dios mío, líbrame de la mano perversa. 

 Porque tú, Señor, fuiste mi esperanza
y mi confianza, Señor, desde mi juventud.
En el vientre materno ya me apoyaba en ti,
en el seno tú me sostenías. 

 Contaré tus proezas, Señor mío;
narraré tu justicia, tuya entera.
Dios mío, me instruiste desde mi juventud,
y hasta hoy relato tus maravillas" (Salmo 70)...


Recordando, como solemos hacer cada día, a los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... los infectados de covid por la pandemia... sus familias... volvemos a mirar al cielo suplicando salud para todos a través de la intercesión del Beato Tito, en la esperanza de que el cielo desborde bendiciones y nos cubra... 
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria