viernes, 2 de noviembre de 2018

"Espero en el Señor, espero en su palabra"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"Desde lo hondo a Tí grito Señor, Señor escucha mi voz,
estén tus oídos atentos a la voz de mi súplicas"
(Salmo 130)...

La muerte no es el final, sino el último tramo del camino a la vida verdadera... En la esperanza cristiana, fundamentada en la verdad de una promesa que Dios cumple, es donde dejamos descansar hoy el corazón, a la vez que elevamos nuestra plegaria al cielo, haciendo memoria de los que ya marcharon a la casa del Padre dejándonos vinculados a esa realidad que nos trasciende, y que no nos pasa desapercibido porque los que no están, no se nos han ido del corazón ni del recuerdo... 

El misterio de la muerte nos acerca a nuestra verdadera realidad; y el umbral que nos separa de ella, nos hace sentir vulnerables porque solemos vivir al margen de esa meta a la que nos conduce el tiempo... Caminamos hacia la vida verdadera y vamos errantes, como quienes desconocen a dónde van...  y Jesús, que fue a prepararnos sitio, es quien nos espera diciéndonos en su Palabra mientras vamos de camino, por dónde debemos llegar y cómo...

Ayer en la liturgia de la misa se proclamaba el sermón del monte -las bienaventuranzas- como proyecto de vida cristiana donde encuentran su identidad los hijos de Dios que se toman la vida en serio y viven inquietos por llenar el tiempo de  obras buenas, fruto del amor que Dios derrama, cada día, sobre todos los que se acercan a Él y cuentan con Él para vivir...


Creamos en el cielo y encendamos nuestros deseos en ese don, que como la misma escritura dice, "ni ojo vio, ni oído oyó, ni por mente humana han pasado las cosas que Dios ha preparado para los que lo aman" (1Cor. 2, 9)... cierto que morir es el verdadero salto a la confianza; por eso tenemos que mantener esta actitud mientras vivimos, que nos irá revelando el verdadero rostro del Padre al que vamos, y donde nos encontraremos de  nuevo todos confirmándose la fidelidad de Dios y la veracidad de sus Palabras...

Recemos por los que ya no están... que la misericordia de Dios purifique el lastre de sus debilidades y gocen para siempre en su Presencia, ayudándonos a nosotros a recorrer el camino para que acertemos a poner los pies en las sendas de la fe y la caridad... Recemos también por los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... ayudándonos de la intercesión del Beato Tito, unimos nuestras plegarias y pedimos una vez más la salud para todos y un aumento de confianza para que la Voluntad de Dios sea el eje de nuestra vida y acojamos agradecidos el amor infinito que Dios nos tiene, sin temores ni vacilaciones...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...