miércoles, 3 de marzo de 2021

"Sálvame, Señor, por tu misericordia"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Quiere desvelar Jesús a los suyos su misterio, abriéndoles su corazón «Mirad, estamos subiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, y lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles, para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen; y al tercer día resucitará», y ellos siguen en sus "cuitas", queriendo asegurarse los primeros puestos en el reino «ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda»... y es que, verdaderamente, no es fácil situarnos en las perspectivas de la fe, si no entramos, por la escucha, en la cultura del evangelio, donde se gana perdiendo, se adelanta retrocediendo, se es ensalzado por la humildad, sin más aspiraciones que parecerse a Jesús, en la entrega y servicio a los demás hasta limites insospechados... 

No podemos vivir la fe sin alma, ni la vida sin fe... hay que subir con Jesús a Jerusalén y traspasar en su luz la oscuridad del tiempo, porque la victoria ya ha sido ganada; ahora, somos nosotros los que nos hemos de incorporar a ella, si queremos encontrar la paz en nuestro vivir cotidiano...

Dejémonos conducir por la palabra de Jesús, que la liturgia pedagógicamente, nos sirve cada día, y aceptemos el amor de Dios en su Voluntad, "desvelada" por la fe, en los avatares a los que nos tenemos que enfrentar cada día... Abandonemos la frivolidad, permitamos a la gracia acercarnos a Jesús pisando en sus pisadas, despertando en nosotros su mismo latir, dejándonos curar el alma en su misericordia, hasta aprender, también nosotros el amor y el perdón, que permitan un mundo nuevo, pintado con los valores del reino, presentes, aunque latentes, ya entre nosotros...

 "Sácame de la red que me han tendido,
porque tú eres mi amparo.
A tus manos encomiendo mi espíritu:
tú, el Dios leal, me librarás. 

 Oigo el cuchicheo de la gente,
y todo me da miedo;
se conjuran contra mí
y traman quitarme la vida.

 Pero yo confío en ti, Señor;
te digo: «Tú eres mi Dios».
En tu mano están mis azares:
líbrame de los enemigos que me persiguen" (Salmo 30)...


Recemos humildes, unos por otros, y unamos fuerzas para reforzar la comunión y la fe... Recordemos a los enfermos del blog, peregrinos de la confianza... todos, uno a uno... también sus familias... Miremos al cielo y pidamos la intercesión del Beato Tito, para que nos sintamos socorridos, fortalecidos, ayudados... Que Dios y su misericordia vengan sobre nosotros, como lo pedimos con fe, mientras aguardamos la esperanza en su poder, por su Palabra...
"confiando en el Señor, no me he desviado"..

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria