domingo, 14 de abril de 2019

"Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?"...



 Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Hay una ruptura grande en la liturgia de hoy; el contraste rompe la armonía y nos deja en suspense, ante el misterio al que nos acercamos... Curiosamente, son los mismos que gritan hosanna, los que gritarán más tarde crucifícale; y entre ellos, podemos escuchar el eco de nuestra propia voz, sumados a los dos bandos, sin mucha conciencia de lo que supone, estar a favor o en contra, de quien da la vida por mí, para que yo no la pierda para siempre...

Vivimos muy a la ligera, atraídos por el murmullo avasallador de lo inmediato, lo eficaz, lo útil; y estamos deshumanizando la vida, que está pensada para otra dimensión y desde otras perspectivas... Hemos llegado tan lejos, que no cualquier remedio resuelve las consecuencias contraídas... no es fácil recorrer el camino de vuelta; para nosotros, imposible... Pero, Dios que nos ama ¡¡hasta el extremo!! ha querido venir en nuestra busca; y aunque, antes de conocer su propuesta y alumbrarnos en su luz, decidimos seguir avanzando por el abismo de nuestras iniciativas, al margen de su voluntad, Él llegará hasta el final, para que cuando decidamos volver, haya una senda abierta que lo permita: la Cruz, vencida por el amor infinito del corazón de Dios...

Desconfiemos de nosotros mismos y miremos a los ojos "al Reo" que entre todos llevamos a crucificar, hasta que nos sintamos pecadores, necesitados de perdón y deseosos de acariciarnos en su misericordia... no reprocha ¡¡no!! sólo perdona, acoge, cura, ama, salva... Que nos duela escuchar en labios de Jesús el salmo 21, y que seamos capaces de rezarlo al cielo, en nombre de tantos Jesús, inocentes como él, injustamente ajusticiados... 

"Al verme, se burlan de mí, 
hacen visajes, menean la cabeza: 
«Acudió al Señor, que lo ponga a salvo; 
que lo libre si tanto lo quiere».


Me acorrala una jauría de mastines, 
me cerca una banda de malhechores; 
me taladran las manos y los pies, 
puedo contar mis huesos.

Se reparten mi ropa, 
echan a suertes mi túnica.
Pero tú, Señor, no te quedes lejos; 
fuerza mía, ven corriendo a ayudarme. 

Contaré tu fama a mis hermanos, 
en medio de la asamblea te alabaré.
«Los que teméis al Señor, alabadlo; 
linaje de Jacob, glorificadlo; 
temedlo, linaje de Israel»" (Salmo 21)...


Busquemos al Señor con deseos de encontrarnos con Él y convertirnos... Pensemos, hasta recordar a todos, en los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... -incorporamos a Mari Reyes, recientemente haciendo frente a la enfermedad de la época... nos necesita para luchar, y mantener la confianza y la fe, en medio del dolor y la incertidumbre que nos provoca este mundo oscuro que no conocemos- pidamos la salud para todos ellos por la intercesión del Beato Tito, y nuevas gracias para todos, a fin de que nos llenemos del don de Dios y seamos coherentes para vivir de él, comprometida y responsablemente...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...