sábado, 10 de febrero de 2018

"Como yo os he amado, amaos también unos a otros"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros;
 como yo os he amado, amaos también unos a otros. 
En esto conocerán todos que sois discípulos míos:
si os amáis unos a otros" (Jn. 213, 34-35).

Siendo la fe un misterio inabarcable que trasciende lo natural y hasta lo humano, se concreta de manera objetiva en dos actitudes capaz de contener toda su eficacia y expresividad: el amor fraterno y la unidad... No es cualquier amor, del que habla Jesús en este momento de su vida; ni está dibujando Jesús el perfil del cristiano de forma altruista e inalcanzable... Jesús está llevando el amor al punto más álgido, porque no está "imponiendo" una ley, sino "ofreciendo" un don...

En su mismo amor -hasta el extremo- entregado por nosotros, es donde tenemos que amarnos unos a otros... por tanto, esta actitud que él nos propone, tiene que ser fruto de la misma experiencia que brota de la fe... ¡¡¡si nos diéramos cuenta que TODO ES GRACIA!!!


Jesús va delante de nosotros, dejando surco abierto donde pisar firme y seguro los que decidimos ir tras él... pero, sólo acogiendo su amor hasta percibirlo y "saborearlo" dejándonos trasformar por él, podemos prolongarlo en nuestro hacer, hasta poder ofrecerlo gratuitamente, dejando pasar por nosotros su mismo amor, que restaura... trasforma... sana... crea... y recrea...

El testimonio de la fe es la comunión, y el fruto maduro, la unidad... Pero, el núcleo del que brota esta gracia,  está en la relación con Jesús y la permanencia en Él... ahí se hace el cristiano... ahí tenemos que acercarnos cada día hasta que emerja en nosotros esta realidad como lo más nuestro y lo más, nosotros...


Seamos entonces de los suyos y sigamos despertando a esta conciencia y realidad, dándole a la vida y al vivir, sentido pleno desde estos valores que son gracia... Salgamos pues al encuentro unos de otros y paremos en el mismo punto haciendo racimo... Recordemos a los enfermos del blog... pensemos en ellos, uno a uno... también sus familias... Son muchos los que pasan trances duros y dolorosos y deben sentir el consuelo de la fe hasta percibir "alumbrada" la esperanza... También hemos de agradecer los pasos que otros van dando, superando situaciones y recuperando la salud... Pedimos al Beato Tito su intercesión y mantenemos el corazón suplicante, esperando que el cielo nos devuelva en gracias, la siembra confiada... humilde... constante... insistente... perseverante... que cultivamos cada día, al amparo de la oración compartida y ofrecida en comunión, por la salud de todos, a la vez que la fuerza para hacer camino hasta el Señor, sin dudar de su amor infinito hacia cada uno...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria