jueves, 27 de diciembre de 2018

"Alegraos, justos, con el Señor"...



También diciembre tiene un 27, haciéndonos caer en la cuenta, una vez más, que tenemos una historia compartida -los peregrinos de la confianza- que agradecer y que seguir construyendo día a día por la senda segura de la confianza de corazón... 

Somos ya muchos, los que cada día levantamos la mirada al cielo buscando cobijo, amparo, paciencia, esperanza; porque vamos aprendido que Dios es fiel y que su gracia nos alienta, nos fortalece, nos consuela y nos salva... La comunión que vamos generando entre nosotros, sale generosa al camino, a buscar a los que como nosotros pasan por las misma dificultades, en el deseo de verles confortados por la fe de todos, incitándoles a que también la suya aporte al conjunto la riqueza que lleva, para aumento del bien común... Hemos visto maravillas, en nosotros, y en los otros; y nos sentimos motivados a seguir acercándonos al amor de Dios hasta que podamos llegar seguros a su Voluntad, dejándonos amar sin resistencias hasta curar nuestras cegueras, nuestros egoísmos, nuestras heridas, que nos impiden creer, esperar y amar, en el mismo amor que somos amados...


San Juan Evangelista, apóstol de la Palabra, es otra de las fiestas litúrgicas que irrumpen en la liturgia dentro de la octava de navidad, poniéndonos de relieve su propio testimonio, vinculando de forma práctica la escritura a la persona del Verbo, mostrándonos así a Jesús, para que creyendo en Él, podamos experimentar sus dones y vivir el gozo de la fe, sintiéndonos seguros por su presencia entre nosotros...

La experiencia de Dios, cuando nos toca el alma, nos conduce siempre a la alabanza, porque Dios es mucho más de lo que podemos asimilar y dejándonos llevar por Él, podemos habitar en la paz, seguros y firmes cada día... en el gozo y en el dolor, porque su promesa alarga el horizonte hasta el infinito y su Palabra hace lo que dice...

Recemos con la liturgia y con los creyentes que cada día elevan a Dios su misma Palabra dejándonos trasformar por ella, iluminándonos la fe y llamándonos a la gracia...

"El Señor reina, la tierra goza, 
se alegran las islas innumerables. 
Tiniebla y nube lo rodean, 
justicia y derecho sostienen su trono. 


Los montes se derriten como cera 
ante el dueño de toda la tierra; 
los cielos pregonan su justicia, 
y todos los pueblos contemplan su gloria. 


Amanece la luz para el justo, 
y la alegría para los rectos de corazón. 
Alegraos, justos, con el Señor, 

celebrad su santo nombre" (Salmo 96)...

Con el habitual recuerdo por los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias, volvemos a pedir la salud para ellos desde la intercesión del Beato Tito... renovando nuestro acto de fe, en su poder y su misericordia...


 Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...