miércoles, 8 de marzo de 2017

Descargad en él todo vuestro agobio, porque él cuida de vosotros





En mi condición de Hermano de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo, quisiera conducir a la tierra del Carmelo a cuantos conmigo aman y rinden culto a María como a su querida Madre, a fin de que, de la mano de la Madre y Esplendor del Carmelo, llegaran a la más ínfima unión con Dios, puesto que esta unión constituye la finalidad de la vida contemplativa en el Carmelo. "Os he introducido en la tierra del Carmelo para que comáis sus frutos y lo mejor de ella" (Jr, 2,7)  -Beato Tito-.


Seguimos haciendo camino en la confianza de corazón y en la comunión con todos los que creemos que Dios es un Padre bueno, que conduce nuestra vida y que no podemos vivirla al margen de esta fuente, porque la corriente no siempre va a favor del viento... pasamos valles oscuros, tormentas peligrosas... y necesitamos, cuando nos sentimos vulnerables, un punto de apoyo que dé firmeza a los cimientos de nuestra vida...

La fe se alimenta con la oración y la oración se nutre en la confianza en Dios..

Tenemos quien nos acompañe en el camino y nos acerque nuestras súplicas al cielo... el Beato Tito, que recorrió un camino oscuro, que sufrió la noche de la fe... puede enseñarnos confianza, esperanza y ayudarnos a rezar, hasta conseguir de Dios lo que pedimos... Sin olvidarnos, es verdad, que también Dios quiere algo de nosotros... 

Mientras nosotros pensamos casi siempre en nosotros antes que en lo que Dios quiere de nosotros... Él sí que piensa en nuestro bien cuando nos pide algo a nosotros... eso no podemos ni debemos dudarlo, sin pretender ser como Dios ...

Hoy tenemos que sumar dos nuevos pacientes del médico del blog, Rocío y Manuel, enfermos de cáncer y que tienen fe en nuestra oración.

Beato Tito, ruega por nosotros.


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.


Padrenuestro – Ave María – Gloria …