martes, 31 de mayo de 2022

San Titus Brandsma, ruega por nosotros...


Oración escrita por San Titus Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


4. “Dichosos los que trabajan por la paz …” (Mt 5,9).

Tito destacó por ser un artesano de la paz. En una de sus conferencias más famosas (Deventer, 1931) resaltó con empeño que trabajar por la paz no es sólo tarea de los gobernantes o de los políticos. Insistió que todos somos corresponsables y podemos hacer más a favor de la paz. El pensamiento de Tito Brandsma está lejos del pesimismo antropológico que se resigna a creer en el adagio “si vis pacem, para bellum” (si quieres la paz, prepárate para la guerra). Se resistió a pensar que a una guerra le tiene que suceder necesariamente otra. Nunca han faltado –subrayará Brandsma– en la historia de la humanidad “heraldos” que han anunciado y han trabajado por la paz. Asumió decididamente su referencia a Cristo como “Rey de la paz” y “mensajero de la paz”. El “shalom” bíblico –apunta– no es sólo un buen deseo o la ausencia de dificultades. La paz de Cristo resucitado no es un frágil acuerdo superficial, sino un hondo sentimiento de reconciliación, mansedumbre, amor, longanimidad, paciencia, confianza… que transforma las realidades sociales, políticas y económicas. Tito, con valentía, advierte que, si no hay una conversión verdadera, que ponga la paz en el centro del corazón de cada hombre y mujer, y, por consiguiente, en el alma de las sociedades, el estallido de una nueva guerra es sólo cuestión de tiempo (como así fue, y, lamentablemente, sigue siendo).
Tito vaticinó que una especie de “egoísmo colectivo” lleva a las naciones a buscar sólo su propio bien, aunque para ello tengan que pisotear los derechos del prójimo. Cristo, en cambio, no construye muros ni establece fronteras que dividen (cf. Ef 2,14-15). “La paz es posible” – insistirá– y rechazará la idea, fácilmente manipulable por determinadas ideologías, de que la guerra y la violencia son inevitables porque son inherentes a la condición humana. De hecho, en varias ocasiones reflexionó sobre la responsabilidad que tiene la prensa católica en la sociedad moderna para impulsar la paz, denunciando el armamentismo, la xenofobia o la exaltación de la nación o de la raza. No olvidemos que Tito fue apresado por defender la independencia de los medios de comunicación católicos, al oponerse a que la prensa católica publicase la propaganda nacionalsocialista. Se trata de un testimonio maravilloso en la llamada ‘era de la posverdad’, en la que abundan ‘noticias falsas’ que manipulan la opinión pública. Tito, con valentía, se resiste a compartir el pensamiento de aquellos que consideran que ‘la primera víctima de una guerra es la verdad’, y anunciará que sólo la verdad nos puede hacer libres (cf.
Jn 8,31): “Después de las iglesias, la prensa es el mejor púlpito para predicar la verdad, y no sólo para responder a aquellos que nos atacan, sino para proclamar la verdad días tras día… La prensa es la fuerza de la palabra contra la violencia de las armas… Es la fuerza de nuestra lucha por la verdad”.
Para Brandsma la prensa no es un instrumento de combate al servicio de una ideología o de un poder, sino un instrumento de encuentro, de diálogo, de búsqueda honesta y sincera de la verdad. El periodismo es una tarea que exige una cierta actitud interior. Muy bien lo supo captar el Papa Juan Pablo II, quien, en una alocución a los representantes de los periodistas de Italia y del extranjero, que tuvo lugar en febrero de 1986 incidió en este aspecto místico y espiritual de la figura de Tito Brandsma:

“El respeto por la verdad exige un compromiso serio, un esfuerzo cuidadoso y escrupuloso de búsqueda, de verificación y de valoración… Aquí surge espontáneamente la figura heroica del sacerdote carmelita Tito Brandsma, al que he tenido el gozo de inscribir entre los Beatos. Periodista valeroso, internado y muerto en un campo de muerte por su defensa infatigable de la prensa católica, él permanece como el mártir de la libertad de expresión contra la tiranía de la dictadura…”
                                                                     -Carta del Prior General a la Familia Carmelita-


Sigamos encomendando a nuestro enfermos a su poderosa intercesión y demos gracias a Dios por su testimonio y por su canonización.

San Titus Brandsma, ruega por nosotros:

"Dios de la paz y de la justicia,
Tú que abres nuestros corazones al amor
y a la alegría del Evangelio
incluso en medio de las innumerables formas de violencia
que pisotean la dignidad de nuestros hermanos y nuestras hermanas,
ayúdanos con tu gracia,
para que, como san Titus Brandsma,
podamos con compasión, ver más allá de los horrores de la injusticia,
y contemplar tu gloria que resplandece a través de los mártires
de todos los tiempos, y ser así tus testigos auténticos en el mundo de hoy. Amén".

lunes, 30 de mayo de 2022

San Titus Brandsma, ruega por nosotros...

Oración escrita por San Titus Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


3. Místico en lo cotidiano

Tito fue místico en el sentido más genuino de la palabra: el creyente que vive la presencia del amor de Dios en medio de las circunstancias de la vida, desde las más ordinarias a las más heroicas en su martirio. Destaca su profunda espiritualidad, no solo teórica –reconocido experto en la mística renano-flamenca, la devotio moderna y gran conocedor de la obra y la doctrina de santa Teresa de Jesús, de la cual se manifestaba ferviente admirador– sino experiencial. Tito consideraba que las grandes hazañas de Dios suelen ser silenciosas. De aquí que fuera tan discreto al hablar de su vida interior, aunque, luego, ésta se hiciera visible en los momentos más dramáticos, en especial en los campos de concentración donde estuvo recluido. La experiencia mística –según él– no es para una élite o un grupo selecto. Refiriéndose al místico carmelita francés del siglo XVII, el Venerable Juan de S. Sansón, en una conferencia que impartió en los Estados Unidos, afirmó: “[Juan de San Sansón] rechazó, rotundamente, la idea de que la vida mística –que no consiste esencialmente ni en visiones ni apariciones, ni en estigmas o levitaciones, sino en ver a Dios ante nosotros y en nosotros– no fuera para todos y cada uno de nosotros”. Tito apreció el testimonio de aquellos que en la tradición carmelita profundizaron en la persona como ‘Dios por participación’ (cf. S. Juan de la Cruz, CB 39,4).
El P. Tito subrayó que el verdadero místico no es un ser apartado de la realidad ni se recluye en una burbuja aséptica e insensible, sino que, su profunda relación personal con Dios (cf. 1 Re 17,1) le convierte en alguien abierto a las necesidades, dramas e interrogantes de los hombres y mujeres de su tiempo. “La oración –según nuestro carmelita– es vida, no un oasis en el desierto de la vida”. Él no será solo un académico y profesor de espiritualidad, sino que logrará hacer de su vida una perfecta simbiosis entre oración y trabajo. Mística, por lo tanto, profundamente encarnada en el mundo y en cada ser humano, que es imagen de la presencia de Dios (cf. Sal 8,5; Hb 2,7). Que vivió la vida mística en lo cotidiano lo ratifica, con mucho sentido del humor, el famoso escritor holandés Godfried Bomans, el cual conocía muy bien su espíritu viajero e infatigable, cuando afirmó: “Brandsma fue el único místico en Europa que tenía un abono de transporte y vivió su santidad en el vagón de un tren”.
                                                                     -Carta del Prior General a la Familia Carmelita-


Sigamos encomendando a nuestro enfermos a su poderosa intercesión y demos gracias a Dios por su testimonio y por su canonización.

San Titus Brandsma, ruega por nosotros:

"Dios de la paz y de la justicia,
Tú que abres nuestros corazones al amor
y a la alegría del Evangelio
incluso en medio de las innumerables formas de violencia
que pisotean la dignidad de nuestros hermanos y nuestras hermanas,
ayúdanos con tu gracia,
para que, como san Titus Brandsma,
podamos con compasión, ver más allá de los horrores de la injusticia,
y contemplar tu gloria que resplandece a través de los mártires
de todos los tiempos, y ser así tus testigos auténticos en el mundo de hoy. Amén".

domingo, 29 de mayo de 2022

San Titus Brandsma, ruega por nosotros...

Oración escrita por San Titus Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


2. El Carmelo me fascinó

El papa Francisco, en su mensaje en el Capítulo General de los Frailes, 2019, vinculó la autenticidad a la fidelidad a la propia vocación recibida. Citando en su discurso capitular al beato Tito Brandsma, decía: “Es propio de la Orden del Carmen, aunque es una Orden mendicante de vida activa y que vive en medio del pueblo, conservar una gran estima por la soledad y el desapego del mundo, considerando la soledad y la contemplación como la mejor parte de su vida espiritual”. El padre Brandsma ingresó en el Carmelo atraído por el carisma carmelita: “La espiritualidad del Carmelo, que es vida de oración y de tierna devoción a María, me llevaron a la feliz decisión de abrazar esta vida. El espíritu del Carmelo me fascinó”. El P. Tito no es un nostálgico del pasado, sino que recurre al ayer del Carmelo, a los místicos y modelos de santidad, como figuras proféticas que tienen mucho que decir en el presente. De hecho, fundó en la Universidad de Nimega el ‘Instituto de la mística’, cuyo testigo, sería recogido, décadas más tarde, por el Instituto que habría llevado su nombre.
Tito, amigo de Dios, descuella como un eslabón en “la nube tan ingente de testigos” (cf.Hb 12,1) de la rica tradición espiritual del Carmelo. Supo combinar de forma magistral e integradora la tradición y la modernidad. El beato Tito Brandsma fue un hombre abierto y flexible, con una capacidad enorme de trabajo al que se entregaba con generosidad y pasión.
Vivió con equilibrio y de forma armónica el espíritu contemplativo del Carmelo, siendo un hombre orante, fraterno y profético en medio del pueblo. Quizás sea esa la clave para entender su personalidad versátil en la diversidad de tareas a las que se dedicó: rector de la Universidad católica de Nimega, profesor, conferenciante, traductor y estudioso, fundador de colegios, promotor del movimiento ecuménico, periodista profesional y delegado del episcopado holandés para la prensa, además de llevar una intensa vida apostólica (atendiendo emigrantes italianos o escribiendo las cartas de una chica analfabeta a su familia). Destacó por su espíritu fraterno, humanidad entrañable y ternura hacia los que le rodeaban (alumnos, colegas, amigos, etc.), haciendo del diálogo el nuevo nombre de la caridad.
En el beato Tito –como nos recordaba el papa Francisco– la contemplación y la compasión se encontraron de forma natural, sin reducir “la espiritualidad a pseudomística o solidaridad de fin de semana” o caer en la tentación de invisibilizar a los pobres para que no nos cuestionen.
                                                            -Carta del Prior General a la Familia Carmelita-


Sigamos encomendando a nuestro enfermos a su poderosa intercesión y demos gracias a Dios por su testimonio y por su canonización.

San Titus Brandsma, ruega por nosotros:

"Dios de la paz y de la justicia,
Tú que abres nuestros corazones al amor
y a la alegría del Evangelio
incluso en medio de las innumerables formas de violencia
que pisotean la dignidad de nuestros hermanos y nuestras hermanas,
ayúdanos con tu gracia,
para que, como san Titus Brandsma,
podamos con compasión, ver más allá de los horrores de la injusticia,
y contemplar tu gloria que resplandece a través de los mártires
de todos los tiempos, y ser así tus testigos auténticos en el mundo de hoy. Amén".

sábado, 28 de mayo de 2022

San Titus Brandsma, ruega por nosotros...


1. Testigo de la verdad

El mundo y la misma Iglesia nos piden hoy un testimonio claro y auténtico de vida. “Nuestro deseo es que la gente vea lo que los carmelitas están llamados a ser” (PG 2019-25). “¿Qué tales habremos de ser?” (cf. Sta. Teresa, C 4,1) –preguntaban nuestros santos–. ¿Quién soy yo? es, en definitiva, la pregunta espiritual por excelencia. La intensa vida del beato Tito Brandsma nos ayuda a descubrir que, cuando la ‘identidad’ se entiende sólo como una condición para la ‘acción’, corremos el riesgo de perdernos y no hacer nunca nada. La identidad no es sólo una condición más para la misión. Identidad y misión van estrechamente unidas. El carisma es vida, no especulación. Hay que asumir una interacción dinámica entre identidad y misión, en la cual nuestras acciones ayudan a definir nuestra identidad y viceversa.1 El beato Tito nos recuerda que nuestra vida se convierte en testimonio cuando va acompañada de obras. El carmelita neerlandés recuerda a sus frailes: “Es preferible ser un ignorante, pero lleno de fe, que un sabio sin entrañas… Porque sólo el hombre que actúa estrechamente unido a Dios puede estar verdaderamente unido al prójimo.Sólo el que se nutre de Dios puede dar testimonio de Dios con las obras”. En otra ocasión dirá: “Lo que embellece nuestra vida en común no es tanto el derecho y el deber como la ayuda y la misericordia”. La Iglesia necesita de los santos de todos los días, aquellos que llevan la vida ordinaria con coherencia, los “santos de la puerta de al lado”2 –como le gusta llamarlos al Papa Francisco–; pero, también, de aquellos que tienen la valentía de aceptar la gracia de ser testigos hasta el final, hasta la muerte. Todos ellos –entre los que se encuentra nuestro hermano Tito– son la sangre viva de la Iglesia.
                                                           -Carta del Prior General a la Familia Carmelita-


Sigamos encomendando a nuestro enfermos a su poderosa intercesión y demos gracias a Dios por su testimonio y por su canonización.

San Titus Brandsma, ruega por nosotros:

"Dios de la paz y de la justicia,
Tú que abres nuestros corazones al amor
y a la alegría del Evangelio
incluso en medio de las innumerables formas de violencia
que pisotean la dignidad de nuestros hermanos y nuestras hermanas,
ayúdanos con tu gracia,
para que, como san Titus Brandsma,
podamos con compasión, ver más allá de los horrores de la injusticia,
y contemplar tu gloria que resplandece a través de los mártires
de todos los tiempos, y ser así tus testigos auténticos en el mundo de hoy. Amén".

viernes, 27 de mayo de 2022

San Titus Brandsma, ruega por nosotros...


La Cruz es mi alegría

Estimados hermanos y hermanas de la Familia carmelita: Su Santidad, el papa Francisco, presidió, el lunes, 4 de marzo de 2022, el consistorio ordinario de cardenales y aprobó, con gran alegría para toda la Familia carmelita, la canonización del beato Tito Brandsma, O.Carm. Determinó, así mismo, que la fecha en que se inscribirá oficialmente en el libro de los santos será el día 15 de mayo de 2022. Aprovecho esta ocasión para dirigirme con entusiasmo a toda la Familia carmelita.
El testimonio del P. Tito es inspirador y luminoso no sólo para la Orden del Carmen, sino también para nuestra sociedad. Encontramos en su persona, en medio de estos días agitados por el fantasma de la guerra, un profeta de esperanza y un testigo de la paz. Nuestra mirada contempla los millones de personas que se ven obligadas a abandonar su patria por la devastación de Ucrania. La actualidad nos invita también a mirar las heridas de los conflictos bélicos –a veces, con indiferencia, olvidados– que siguen sangrando en otros lugares del planeta. La Iglesia, en estas circunstancias, tiene la oportunidad de aterrizar y hacer realidad la encíclica Fratelli tutti, apostando por la esperanza de un Dios que sueña y cree en la fraternidad universal de sus hijos. Unimos nuestras voces a la de los hombres y mujeres de buena voluntad que, frente al sufrimiento de los inocentes, claman en favor de la paz, la libertad, la defensa de la dignidad de cada persona. Tito, experto en la condición humana, nos enseñó, con su sangre derramada por amor (cf. Mc 14,24), que ser discípulo de Cristo no es sólo admirarlo o saber muchas cosas sobre Él, sino estar dispuesto a compartir su mismo destino de amor. 
                                                -Carta del Prior General a la Familia Carmelita-


Sigamos encomendando a nuestro enfermos a su poderosa intercesión y demos gracias a Dios por su testimonio y por su canonización.

San Titus Brandsma, ruega por nosotros:

"Dios de la paz y de la justicia,
Tú que abres nuestros corazones al amor
y a la alegría del Evangelio
incluso en medio de las innumerables formas de violencia
que pisotean la dignidad de nuestros hermanos y nuestras hermanas,
ayúdanos con tu gracia,
para que, como san Titus Brandsma,
podamos con compasión, ver más allá de los horrores de la injusticia,
y contemplar tu gloria que resplandece a través de los mártires
de todos los tiempos, y ser así tus testigos auténticos en el mundo de hoy.Amén".

jueves, 26 de mayo de 2022

San Titus Brandsma, ruega por nosotros...

La formación de Tito

Tito fue un buen estudiante, consciente del valor de la formación. Siendo niño leía mucho, sobre todo temas de historia y de literatura. Después de ingresar en la Orden del Carmen en 1898, seguía aficionado a leer y ahora también a escribir. Obtuvo el doctorado en filosofía por la Universidad Gregoriana de Roma y siguió cursos de sociología contemporánea.

Educar en la vocación mística

Tito estaba siempre dispuesto a instruir a la gente sobre la llamada a la vida mística. Según él, la mística es “una unión especial de Dios con los seres humanos, por medio de la cual son conscientes de la presencia de Dios y también se hacen uno con Él”. Todos estamos llamados a la vida mística, a la mística de lo cotidiano, pues Dios es el principio que sustenta nuestro ser y puede ser encontrado siempre, en todo lugar y en el prójimo. Sus conferencias sobre la espiritualidad carmelitana tenidas en Estados Unidos el año 1935 son un verdadero clásico de la espiritualidad del siglo XX.

El periodista como educador

Sin duda, Tito consideraba el periodismo como un vehículo de formación. Sus artículos en la prensa católica se dirigían a una audiencia amplia y los escribía en un lenguaje accesible, convirtiéndolos así en verdaderos “cursillos”.

Tito y la filosofía de la educación

Para Tito era de gran importancia respetar a cada estudiante como persona individual: “Las personas no son todas idénticas, no caben todas en un mismo esquema o idea. Cada ser humano, también el niño, es diferente por propia índole y resulta inútil pasar por alto sus características particulares… Hemos de aceptar a los jóvenes como son”. Según Tito los estudiantes han de aprender a ser autodidactas, por eso les decía: “Nosotros no os trasladamos conocimientos filosóficos, sois vosotros los que habéis de desarrollarlos en primer lugar en vosotros mismos. No os llenamos la cabeza de verdades o de conocimientos sobre la verdad, sólo estimulamos la maravillosa pasión escondida en vosotros por conocer lo que es verdad”.

Atención de Tito a los estudiantes judíos

Tito defendió a los estudiantes judíos, no permaneció mudo cuando éstos fueron excluidos de las escuelas católicas, e incluso indagó la posibilidad de confiarlos a los carmelitas en Brasil.

El apostolado de la mística Carmelitana - El Carmelo como escuela

Tito habla del “apostolado de la mística carmelitana” utilizando la imagen de la escuela. Los carmelitas tienen que enseñar a la gente a rezar, ayudarlos a ser conscientes de que han sido creados y amados por Dios. Para Tito el Carmelo es como una escuela, “una escuela de vida mística”, e insiste: “En la vida espiritual, como en la vida ordinaria, no podemos dejar de lado la formación, los maestros y los guías”

Sigamos encomendando a nuestro enfermos a su poderosa intercesión y demos gracias a Dios por su testimonio y por su canonización.

San Titus Brandsma, ruega por nosotros:

"Dios de la paz y de la justicia,
Tú que abres nuestros corazones al amor
y a la alegría del Evangelio
incluso en medio de las innumerables formas de violencia
que pisotean la dignidad de nuestros hermanos y nuestras hermanas,
ayúdanos con tu gracia,
para que, como san Titus Brandsma,
podamos con compasión, ver más allá de los horrores de la injusticia,
y contemplar tu gloria que resplandece a través de los mártires
de todos los tiempos, y ser así tus testigos auténticos en el mundo de hoy.

Amén".

miércoles, 25 de mayo de 2022

San Titus Brandsma, canonizado el 15 de mayo por el Papa Francisco

 


El Papa canonizó al mártir del nazismo Tito Brandsma el 15 de mayo

Brandsma, profesor y periodista durante los años del nazismo

"Hombre manso pero decidido", Brandsma, originario de los Países Bajos, donde la devoción por él es profunda y generalizada, en virtud de su función de asistente eclesiástico de los periodistas católicos, así designado por los obispos holandeses en 1935, utilizó la red de periódicos católicos para defender la libertad de información y la dignidad de toda persona y para estigmatizar las ideologías nazis, cuyo enfoque antihumano criticó duramente. Sus valientes escritos se convirtieron en un punto de referencia para la resistencia moral y cultural del pueblo holandés, pero molestaron al Reich, que temía a "ese malvado profesor" -como decía un titular del diario berlinés Fridericus- y por ello decidió silenciarlo.

El pretexto fue la carta circular que Brandsma envió el 31 de diciembre de 1941 a todos los periódicos católicos, a instancias del episcopado local, en la que se les instaba a no publicar anuncios del Movimiento Nacional Socialista en los que se alabara la "raza". De lo contrario, escribió, "ya no deberán ser considerados católicos y no deberán ni podrán contar con lectores y suscriptores católicos". El padre Tito fue detenido en enero de 1942 como subversivo peligroso y llevado a Amersfoort, un "campo de tránsito" a la espera de ser deportado. Los detalles de sus días de encarcelamiento se conocen gracias a un diario y a algunas cartas enviadas a superiores, hermanos, familiares y amigos. En ellas, el carmelita describió las condiciones de hacinamiento en su celda y los malos tratos, pero nunca expresó tristeza o quejas. Aunque no pudo comulgar, dijo que se sentía en casa en la cárcel porque Dios estaba a su lado.


Con motivo de la canonización del Beato Tito Brandsma, la Orden Carmelita ofrece esta nueva oración en su memoria. En unas breves líneas, la oración pide la gracia de poder ver más allá de la violencia maligna de nuestro mundo para encontrar a nuestro Dios. La oración reconoce que la violencia elimina la dignidad que Dios ha dado a cada persona y la llamada bautismal que tiene cada creyente a ser testigo de Cristo en el mundo. Este fue un valor que el P. Brandsma vivió a lo largo de su vida, incluso hasta sus últimos momentos en los horrores del campo de concentración de Dachau. Qué bendición para nuestro mundo en 2022 que hombres y mujeres fieles recen por la gracia de vivir su fe dando testimonio de esta manera.

Sigamos encomendando a nuestro enfermos a su poderosa intercesión y demos gracias a Dios por su testimonio y por su canonización.

San Titus Brandsma, ruega por nosotros:

"Dios de la paz y de la justicia,
Tú que abres nuestros corazones al amor
y a la alegría del Evangelio
incluso en medio de las innumerables formas de violencia
que pisotean la dignidad de nuestros hermanos y nuestras hermanas,
ayúdanos con tu gracia,
para que, como san Titus Brandsma,
podamos con compasión, ver más allá de los horrores de la injusticia,
y contemplar tu gloria que resplandece a través de los mártires
de todos los tiempos, y ser así tus testigos auténticos en el mundo de hoy.
Amén".

miércoles, 11 de mayo de 2022

"Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!

"Yo he venido al mundo como luz, y el que cree en mí no quedará en tinieblas", escuchamos decir hoy a Jesús en el evangelio... Si creyéramos a Jesús, y permitiéramos, por la escucha, el resonar de su Palabra en nosotros, hoy el evangelio nos inundaría de confianza y certeza, que además nuestro corazón necesita para hacer frente a la vida real, despertando de sueños infantiles, que sólo generan competencia, envidias y ambiciones que nos hacen daño...

¿Qué objetivos priorizan nuestra vida? ... ¿dice algo a nosotros esta Palabra de Jesús hoy? ... ¿queremos vivir en la luz? ... ¿es la trascendencia un reto que nos despierta el deseo del cielo, o tenemos la vida centrada en el ansia de bienestar, éxito, estatus social, al margen de la gracia, la misericordia y la caridad?... Estamos viendo que no nos bastamos a nosotros mismos, y que Jesús vuelve a hacernos hoy una propuesta, que la liturgia hace además eficaz, y que podemos por nuestra actitud que sea también efectiva en nosotros... Todo es gratis, porque Dios es gratuidad... acojamos la gracia y seamos coherentes con la fe, que los frutos de la fe son eternos...

Bonita oración suplicante el salmo 66, para rezar hoy con la Iglesia en su liturgia... pensemos lo que decimos, y que el alma se exprese ante Dios, con su misma Palabra, que sin duda Él multiplicará sus frutos al ciento por uno...

"Que Dios tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación.

Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
y gobiernas las naciones de la tierra.

Oh, Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.
Que Dios nos bendiga; que le teman
todos los confines de la tierra" (Salmo 66)...

La oración sigue impulsándonos a la comunión, recordando, como cada día, los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... En la victoria de Cristo queremos colocar para siempre nuestra esperanza, y seguimos suplicando al cielo, ayudados de la intercesión del Beato Tito, la salud para los enfermos, y un aumento de gracia para todos los que vamos de camino, acercándonos cada día a la fe, que es la luz con que Dios nos ilumina... pidamos por el fin de la guerra y por tantos hermanos sufriendo tanto horror en propia carne...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria...

martes, 10 de mayo de 2022

"Alabad al Señor, todas las naciones"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Lo que hace a la fe tan incómoda son los valores que la componen... Dios irrumpe entre nosotros en la persona de Jesús, y los "dueños" del mundo que no se sostienen más que sometiendo todo a ellos mismos, sienten remover sus cimientos, justo porque carecen de ellos, y reaccionan con el solo objetivo de anular la contradicción, a la que tienen que enfrentarse, a cualquier precio...

¡¡Qué parecido todo a lo que vemos cada día!!... el creyente se tiene que abrir paso siempre entre las sombras del mundo, con la luz de Cristo resucitado, ésa es la enseña, y ése es el combate; de ahí que no podamos retirar la mirada de la persona de Jesús, y éste, resucitado, haciéndonos fuertes en la escucha de su Palabra, y con los medios que él ha dejado para el camino, que son los sacramentos...

Seamos ovejas de su rebaño y dejémonos pastorear por el único pastor que apacienta con amor, que conduce, que consuela, que fortalece, que ama... y además enseña mansedumbre y humildad de corazón... Descansemos la fe en la alabanza y recemos con la Iglesia el salmo 86, bebiendo de los frutos de la comunión de los santos que tanto vigoriza el alma...

"Él la ha cimentado sobre el monte santo;
y el Señor prefiere las puertas de Sión
a todas las moradas de Jacob.
¡Qué pregón tan glorioso para ti,
ciudad de Dios!

«Contaré a Egipto y a Babilonia
entre mis fieles;
filisteos, tirios y etíopes
han nacido allí».
Se dirá de Sión: «Uno por uno
todos han nacido en ella;
el Altísimo en persona la ha fundado».

El Señor escribirá en el registro de los pueblos:
«Éste ha nacido allí».
Y cantarán mientras danzan:
«Todas mis fuentes están en ti»" (Salmo 86)...


Seguimos pisando tierra movediza, cada día más necesitados de Dios ¡¡aturde el grito del mundo!! ¿cómo paliar tanto dolor?... reforcemos la oración, sostengamos entre todos la llama de la fe... Pensemos, como cada día, en los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... pidamos para todos socorro al cielo por la intercesión del Beato Tito... en su fe apoyamos la nuestra, ansiosos de ver frutos de vida nueva entre nosotros, que nos adhieran al Señor, comprometidamente... pidamos la paz y el fin de la guerra...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria...