lunes, 23 de julio de 2018

"Reconocemos la ley de Dios y nos sometemos a ella"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"En ningún caso queremos caer en el pecado de un paraíso terrestre,
 en el pecado de hacernos iguales Dios. 
Ni instituir un culto de héroes fundado en la divinización de la naturaleza humana. 
Reconocemos la ley de Dios y nos sometemos a ella. 
Y no queremos romper por una insana y delirante valoración de nosotros mismos, 
la dependencia que nos une al Ser supremo 
del que hemos recibido la existencia"...
(Beato Tito Brandsma).

Volver una y otra vez al pensamiento de los santos en sus dichos o escritos, nos ayuda a fundamentar los criterios que hacen la vida veraz, sacándonos del engaño a que nos someten las corrientes de turno, que si indagamos un poco no son tan novedosas ¡¡qué va!! la vemos partir del mismo pecado original, al que se va dando continuidad actualizándose la forma, para que encaje en los moldes de cada tiempo... ¡qué bien nos conoce el enemigo!!...

Sólo la humildad de ser lo que es, hace al ser humano grande... Es en la esencia misma de lo que somos, donde está nuestra grandeza; el sello de nuestra identidad es la dignidad de lo que somos: hijos de Dios, creados a su imagen y semejanza... sólo que torcemos ese ideal, inducidos por la soberbia de creernos raíz, y no rama; todo, y no parte... invertimos el orden, haciendo estéril el fruto de nuestro propio don... ¡¡ganaríamos tanto dejándole crecer a su curso!!...

Leamos la cita del Beato Tito, con que encabezamos la reflexión de hoy, y pensemos en su contenido... y, no sólo eso; demos el siguiente paso... optemos por esa actitud, y ahondemos en dar forma a nuestro entorno, personal sobre todo, desde estos raíles, poniendo cimientos a nuestra vida, desplegando en ella la confianza... Nadie, como Dios quiere nuestro bien, sumado al de todos... en la misma naturaleza están inscritos sus márgenes y sus posibilidades; depende de cada uno donde los queramos hacer llegar...


Volvamos a nuestro punto de encuentro y pensemos, hasta recordar a todos, en los enfermos del blog, uno a uno... también sus familias... -Francisco José Robledo tiene ya diagnóstico, y hay esperanzas, pero sin el apoyo y la oración de todos, es mas difícil.. tiene que luchar y enfrentarse al dolor y hay que ayudarle a mantener la actitud positiva y fuerte de la confianza y la fe que arrancan del cielo los milagros-... deseando para todos la salud y pidiéndola al cielo desde la intercesión del Beato Tito, cercanos ya a su fiesta, rezamos confiados sin dudar que el cielo responde y la gracia nos cubre a todos, fortaleciendo la debilidad en cada uno y custodiando la esperanza en cada corazón...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...