lunes, 30 de octubre de 2017

"os digo que, si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el Reino de los Cielos".


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"Os digo que, si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos,
 no entraréis en el Reino de los Cielos" (Mt. 5, 20)

Es admirable la claridad de Jesús en su propuesta y cómo advierte de la trampa de las apariencias… el demonio se cuela por los entresijos, hasta de las mejores intenciones, y Jesús nos quiere veraces; por tanto, la invitación que nos hace, incluye la sinceridad…

Una vida “ajustada” a los valores que Él mismo nos va mostrando en la definición del Reino, es la “justicia” a la que nos llama… ahí no hay pérdida de equivocarnos en el camino, ni de torcer la dirección con los vaivenes propuestos por otras voces, que se escuchan a la par que la suya, y que no conducen, sino más bien, confunden… y donde tantas veces nos vemos involucrados, sin mucha conciencia de ello por nuestra parte… ¡¡cuánto tenemos que agradecer a Jesús sus advertencias!!


Que Jesús no adule al proponer su proyecto, y que nos invite a seguirle, sin ocultarnos la parte oscura y difícil a que nos vamos a ver sometidos, por la influencia del mal  y el pecado, es lo que le hace creíble cuando nos cuenta cosas que trascienden el tiempo y despiertan nuestra esperanza, dibujándonos la verdad, que situada detrás del bien, irrumpirá cuando crucemos el umbral al cielo, con la respuesta oportuna a todos nuestros interrogantes…

Desde esta perspectiva, merece al pena lanzarnos a esta conquista y poner cimientos que nos permitan movernos en el tiempo firmes y seguros… decididos a la lucha, pero al calor de esta Palabra y de esta Presencia, que son decisivas para llegar hasta el final…


Sigamos buscando al Señor en la oración diaria y compartamos la fe, en la bonita experiencia de la comunión… recemos como cada día, unos por otros, centrando la mirada en los enfermos del blog… en todos, uno a uno… también en sus familias… que la experiencia del dolor y la enfermedad, nos permitan acercarnos a la Voluntad de Dios sin temor y sin ideas preconcebidas… dispuestos a recibir la gracia de la fe, que trasforma y nos capacita para entrar, hasta permanecer, en la confianza de corazón…

Nos acogemos a la intercesión del Beato Tito y le presentamos nuestras súplicas para que la Virgen nos alcance de Jesús, la salud de los enfermos y la gracia de aceptar este camino de dolor, como semilla de esperanza, que por la fe florecerá, para gloria de Dios…

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …