sábado, 3 de noviembre de 2018

"Mi alma tiene sed del Dios vivo"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"Como busca la cierva corrientes de agua,
así mi alma te busca a Ti, Dios mío" (Salmo 41,2)...

Cuando Dios provoca este reclamo dentro de nosotros, "mi alma está sedienta de Ti, Dios mío", es que ya tenemos una historia de relación con Él; ya hemos saboreado su presencia; hemos sentido calmar en su Palabra nuestras zozobras, iluminar a su luz nuestro camino, renacer en la paz nuestra esperanza... ya sabemos desde dentro, que separados de la raíz languidecemos, y nos debilitamos en las dificultades, sintiendo recortar el horizonte ante la duda y la oscuridad...  

La vida es un don que envuelve un misterio, y no hemos de precipitarnos al vivir... es mejor prestar atención; mirar hasta que veamos; atender hasta que escuchemos; buscar hasta que encontremos... Nuestro "pequeño corazón" tiene la misma medida del corazón de Dios, porque en él vivimos, nos movemos, y existimos; de ahí, que sólo a su lado podamos descansar nuestras ansias y calmar nuestra sed... 

Ojalá este clamor nos nazca de lo muy interior de nosotros mismos, y pongamos nuestra raíz en ese cimiento, Dios mismo, siéndonos posible mantenernos en pie mientras hacemos camino en la vida, escalando las circunstancias con el corazón confiado... ganando batallas al espíritu del mundo que con su astucia nos quiere confundir ante la duda de lo "no inmediato"... Incorporemos el sentir de este salmo a nuestra fe y recemos a Dios deseándole, buscándole, reconociéndole...


Con un recuerdo entrañable para todos nuestros enfermos del blog, a los que nos  sentimos tan vinculados en el deseo de ayudarles... uno a uno... también sus familias... pedimos por la intercesión del Beato Tito la salud y la fe, para gloria de Dios y bien de todos; a la vez que el consuelo y la fortaleza para que puedan permanecer firmes y seguros mientras caminan a oscuras, a la sola espera de su fidelidad y su misericordia, expresión de su amor infinito...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...