martes, 30 de octubre de 2018

"Dichosos los que temen al Señor"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Paradójicamente el Temor de Dios, don del Espíritu Santo, no sólo es algo opuesto al miedo, sino como bien afirma la Escritura es "principio de sabiduría"; es más, se dice también, "tienen buen juicio los que lo practican"... La majestad de Dios merece nuestro respeto y nuestra alabanza, y dejándonos amar por Él, aprendemos la ciencia del amor gratuito, despertando nuestra capacidad de amar -en ese mismo amor- por participación...

Nuestro mundo nos aleja de esta percepción y nos facilita, con sus "múltiples ofertas", vivir lejos de estos principios... pensamos a veces que acercarnos a Dios puede recortar nuestros pasos, cohibir nuestros anhelos, reprimir nuestra libertad... cuando es todo lo contrario; acercarnos a Dios es fuente de vida y bendición, y vivir a su amparo y cobijo es acertar a pisar en sus pisadas, haciendo caminos verdaderos de vida y esperanza... no lo olvidemos, "el hombre sabe lo que vive" ¡¡ésa es la clave!!... de ahí que tengamos que lanzarnos a la experiencia para saborear lo bueno que es el Señor, y confiados en su bondad, poner nuestros pies en las sendas de su Voluntad, aprendiendo valores y actitudes que nos den perspectivas de futuro eterno, que es donde el ser humano se crece, porque es para lo que debe vivir; es para lo que fue creado... para entrar en el amor de Dios, sumergirse en Él, y circular por Él desplegándolo en todo su vivir...

Atendamos a la palabra de Dios y escuchémosla cada día, a ser posible en la liturgia de la misa... necesitamos la gracia de este sacramento para madurar la fe y que florezca en frutos de vida cuando acercamos a Dios nuestras necesidades, implorando su poder y su misericordia cuando el dolor nos oprime o vemos sufrir a los que tanto queremos...


Recordemos entonces a los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... miremos al cielo, seguros de que Dios merece nuestro reconocimiento, nuestra obediencia, nuestra dependencia de Él... y pidámosle por la intercesión del Beato Tito, lo que tanto deseamos y necesitamos... que superen todos esta etapa dura y difícil de la enfermedad, y en el reflejo de la gloria de Dios, nos convirtamos en verdaderos hijos suyos, cristianos comprometidos con el evangelio, misioneros de esta gracia y de este don que todos necesitamos para recorrer el tiempo, seguros de que el horizonte no acaba donde termina nuestra mirada...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...