sábado, 6 de enero de 2018

"Los magos al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría."...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"Los magos al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría.
Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, 
y cayendo de rodillas lo adoraron; 
después abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. 
Y habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a Herodes, 
se retiraron a su tierra por otro camino" (Mt. 2, 10-12).

La estrella que hoy nos alumbra es la fe, y por la fe nos alegramos de poder reconocer en Jesús, a Dios mismo... Qué bonito observar, cómo la liturgia nos indica, una vez más, que junto a Jesús, habita siempre la presencia amable y discreta de la Virgen, su madre... Adoremos a Dios y agradezcamos a la Virgen su fe y su entrega a este misterio grande de la encarnación, que le hace callar y guardar en su corazón tanta grandeza y tanto asombro... 

Y nosotros, junto a estos personajes, hagamos un acto de adoración sincera, y una ofrenda generosa de lo que somos y tenemos, en el deseo de no separarnos nunca de este niño... Belén tiene que habernos dejado huellas en el alma, y a su luz debemos caminar cada día, avanzado por las sendas que orientan y conducen, a lo que Dios quiere...


Volvemos ahora a lo cotidiano con experiencias nuevas, enriquecidos con la vivencia de estos días... la liturgia seguirá acercándonos los misterios de la fe a nuestra propia vida y hemos de valorar y apreciar ese don, porque es Dios mismo quien lo pone a nuestro alcance para enseñarnos a vivir como hijos suyos, haciendo posible, desde nosotros, acercar el reino a este mundo...

"Los magos volvieron a su tierra por otro camino", dice la escritura... ellos porque Herodes quería saber dónde estaba el niño para matarlo... nosotros en cambio tenemos que luchar contra otras fuerzas, que en el fondo, buscan el mismo objetivo, aunque desde otros ángulos que pueden parecer lo contrario de lo que intentan conquistar... Hay que cuidar la fe y favorecerle el terreno donde debe crecer y fortalecerse...


El misterio de Belén nos introduce en otros criterios... otros valores... otras prioridades... Hay mucho que aprender en esta "escuela" de vida, donde el objetivo está en llegar a ser los hombres y mujeres que Dios sueña para este mundo... Creamos en la vida que Dios viene a darnos y hagamos opción por vivirla como Él la quiere...

En este clima de "contrastes" que tiene la navidad, optemos por seguir buscando la luz de Belén y mantengámosla encendida con la oración de todos... la fuerza de la comunión arranca gracias al cielo de manera efectiva... Pensemos pues y recordemos a los enfermos del blog... a todos, uno a uno... también a sus familias... y al amparo de la intercesión del Beato Tito, pongamos en común nuestras súplicas, en la confianza de que Dios quiere darnos lo que pedimos... 

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …