lunes, 5 de agosto de 2019

"Aclamad a Dios, nuestra fuerza"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Observamos hoy en la liturgia un contraste entre la primera lectura de la misa y el  evangelio... en el ser humano, la protesta es la primera reacción ante cada cosa que escapa a sus limites, amparándose en la añoranza, la nostalgia, o la melancolía... Abrirse camino en el mar, perseverar en la tempestad, esperar durante la noche un nuevo amanecer, no es salirse de madre, ni pecar de ilusos; sino más bien es tener memoria, y  recurrir a ello para hacer lectura de lo real, sin olvidarnos de tantas cosas vividas, tantos prodigios pasados por nosotros, tanta gracia tocada a nuestro paso, donde podemos tomar impulso para mantener la dirección cuando puede que el viento no favorezca...

La propuesta de Jesús hoy está en la eucaristía ¡¡ahí nos lleva Jesús!!... los cristianos modernos pasan muchas veces por alto este milagro, y se piensa que se puede vivir la fe sin este soporte ¡¡verdadero alimento!!, y no es posible... Escuchemos a Dios mismo proclamar el salmo 80, traído a nosotros por la liturgia, y recemos esta Palabra dejándola tocarnos el alma... nos puede iluminar de forma decisiva y despertar actitudes coherentes para vivir en cristiano y aceptar la fe y sus compromisos... 

"Mi pueblo no escuchó mi voz, 
Israel no quiso obedecer: 
los entregué a su corazón obstinado, 
para que anduviesen según sus antojos. 

¡Ojalá me escuchase mi pueblo 
y caminase Israel por mi camino! 
En un momento humillaría a sus enemigos 
y volvería mi mano contra sus adversarios. 

Los que aborrecen al Señor te adularían, 
y su suerte quedaría fijada; 
te alimentaría con flor de harina, 
te saciaría con miel silvestre"(Salmo 80)...


Pensando hasta recordar a todos, en los enfermos del blog... uno a uno... también sus familias... Elevemos la mirada al cielo y activemos la fe... recemos confiados, suplicantes, insistentes, perseverantes... Que por la intercesión del Beato Tito recuperen la salud todos, del cuerpo y del alma, y los que vamos haciendo el camino de la confianza, nos abramos a la gracia, para que la fe nos tome y nos convirtamos de corazón a la voluntad de Dios...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …