sábado, 15 de febrero de 2020

"Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!

Resultado de imagen de Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo

Cuando el evangelio habla de multitudes agolpadas detrás de Jesús, durante días, qué percibimos nosotros al mirar esa imagen, ¿son actores implicados en la escena, o son simples espectadores pasivos, movidos por la curiosidad que suman cantidades sin identificar?... Busquémonos nosotros en esa multitud... ¿nos toca el alma la Palabra de Jesús?, ¿nos seduce su Persona?, ¿nos atraen sus propuestas, o vamos donde vemos que están otros por ver si "pescamos" algo?...

No nos dejemos escapar a Jesús, que si nos ve ir tras él, compadecido de nosotros no nos dejará marchar sin remediar nuestra necesidad... Ante Jesús cada persona queda identificada... somos diferenciados cada uno, en las masas, y en las turbas... Jesús nos conoce, es él quien va tras nosotros queriéndonos dar de comer su pan multiplicado antes de que sigamos nuestro camino... 

En la primera lectura de la misa de hoy vemos otras actitudes, también cercanas a nosotros, en la que tantas veces nos vemos envueltos si no conseguimos de corrido nuestros intereses... ¡¡La idolatría!!... un pecado de nuestro tiempo, y de todos los tiempos, cuando cambiamos a Dios por cosas, y encima pensamos que somos los dueños del mundo porque podemos manejar todo a nuestro arbitrio, olvidándonos de que esa mentira tiene consecuencias drásticas, a corto, y largo plazo... Pidamos perdón con el salmo 105, propuesto hoy por la liturgia, recociendo qué equivocados estamos cuando pisamos caminos que no nos llevan donde tenemos que ir...

"Hemos pecado con nuestros padres,
hemos cometido maldades e iniquidades.
Nuestros padres en Egipto
no comprendieron tus maravillas. 

En Horeb se hicieron un becerro,
adoraron un ídolo de fundición;
cambiaron su gloria por la imagen
de un toro que come hierba.


Se olvidaron de Dios, su salvador,
que había hecho prodigios en Egipto,
maravillas en el país de Cam,

portentos junto al mar Rojo" (Salmo 105)...

Resultado de imagen de cambiaron su gloria por la imagen de un toro que come hierba

Recemos como cada día, unos por otros... pensemos en los enfermos del blog... en todos, uno a uno... también sus familias... pidamos al Beato Tito, la gracia de la salud de cada uno de ellos... y mientras el dolor nos oprime, que la gracia de Dios nos fortalezca, nos conforte, nos consuele... y que la Virgen nos ayude a no cansarnos, ni desanimarnos... sino a fortalecer nuestra confianza por la fe y la esperanza...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria