viernes, 11 de mayo de 2018

"El evangelio nos remite a reconocer la verdad de nuestro corazón, para ver dónde colocamos la seguridad de nuestra vida"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"Felices los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos"...
"Ser pobre en el corazón, esto es santidad"...

"La pobreza" de un cristiano -a la que invita el evangelio- es la confianza de corazón... el modelo acabado es Jesús, y los que por fiarse de Él y vivir tras sus huellas, continúan acercándolo a los demás para que se decidan a emprender este camino, avanzando por él hasta la libertad que Dios nos regala, cuando imprime en nuestro ser, "su imagen y semejanza"... 

"Jesús llama felices a los pobres de espíritu, que tienen el corazón pobre, donde puede entrar el Señor con su constante novedad" ... "Las riquezas no aseguran nada. Es más: cuando el corazón se siente rico, está tan satisfecho de sí mismo que no tiene espacio para la Palabra de Dios, para amar a los hermanos, ni para gozar de las cosas más grandes de la vida. Así se priva de los mayores bienes" (n. 68)...


"El Evangelio nos invita a reconocer la verdad de nuestro corazón, para ver dónde colocamos la seguridad de nuestra vida" (n. 67)... El mundo nos lleva hacia otro estilo de vida y no debemos dejarnos seducir... La encarnación es un camino de descenso, que penetra la existencia humana y la resitúa en la raíz misma de donde emerge... Jesús vino hasta nosotros para mostrarnos que el ser humano es hijo de Dios y hermano de los otros hijos del mismo Padre; no es "un accidente de la naturaleza", abandonado a su propia suerte, que para sobrevivir tenga que hacerse paso entre los otros, defendiéndose en el medio por la competitividad, la comparación y la ambición de ser más que los demás... Torcemos la ruta y quedamos a la intemperie, inseguros, temerosos y esclavos de las cosas que pueden desmoronarse o derrumbarse en cualquier momento... En Dios hemos de tener puesta la roca de nuestra vida...

Pero quiere el Papa que demos un paso más en la conciencia de nuestra dignidad y en la aventura de vivir... nos señala una exigencia contenida en la misma palabra de Dios y que muchas veces nos pasamos de largo: "Lucas no habla de una pobreza «de espíritu» sino de ser «pobres» a secas, invitándonos con ello a una existencia austera y despojada. De ese modo, nos convoca a compartir la vida de los más necesitados, la vida que llevaron los Apóstoles, y en definitiva a configurarnos con Jesús, que «siendo rico se hizo pobre» (n. 70)...


Sabemos que la vida cristiana se traduce en obras y es el intento del Papa cuando nos impulsa a ser santos... necesitamos de Dios para ello y nuestra determinación para hacer eficaz su gracia en cada uno de nosotros... Seguimos insistiendo con el recuerdo de cada uno de los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... para que a través de la intercesión del Beato Tito, el cielo nos alcance la salud para cada uno, y un aumento de gracia y de fe, en todos los que queremos ser santos y tenemos que lidiar batalla con el egoísmo, la comodidad, el orgullo...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María