domingo, 1 de septiembre de 2019

"Tu bondad, oh, Dios, preparó una casa para los pobres"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Vivimos en un mundo que incita continuamente a construir sobre la apariencia, dejándonos desprovistos, para hacer frente a cualquier imprevisto que nos ponga ante la evidencia de lo real.... y, curiosamente, no vivimos alertados ante esta trampa ¡¡no somos conscientes!! de este engaño tan sutil, y que tanto nos desestabiliza y confunde... 

Dios que ama tanto al ser humano, apunta hoy en su Palabra al sólido fundamento de la humildad... dama "antigua", o quizás, ¿anticuada?... al menos, pasada de moda, que el "progreso" evita, porque despertaríamos al "sueño" que conviene al sistema: "ser como Dios"... Pero la humildad en sí misma es consistente para sostener el edificio regio de la santidad, sobre el que Dios quiere construirnos, cimentarnos, y a lo que no tendríamos que ser indiferentes... Plantearnos la vida sin trascendencia... sin la esperanza activa del cielo, es quitar del horizonte la estrella con que iluminar cada noche, y, traspasar cada sombra que puede oscurecer el camino... 

El salmista, experimentado en los senderos abiertos por la fe, nos presta hoy palabras con que acariciar el alma acunándonos en el corazón de Dios para adquirir sabiduría... Recemos el salmo 67 y alabemos a Dios por su obrar admirable, confiados, sin pretender llegar donde no llegamos...

"Los justos se alegran,
gozan en la presencia de Dios,
rebosando de alegría.
Cantad a Dios, tocad a su nombre;
su nombre es el Señor.

Padre de huérfanos, protector de viudas,
Dios vive en su santa morada.
Dios prepara casa a los desvalidos,
libera a los cautivos y los enriquece.

Derramaste en tu heredad,
oh, Dios, una lluvia copiosa,
aliviaste la tierra extenuada;
y tu rebaño habitó en la tierra
que tu bondad, oh, Dios,
preparó para los pobre" (Salmo 67)...


Recogiendo en nuestro recuerdo, a todos los que cada día nos damos cita mirando al cielo, pensemos en los enfermos del blog... que estén todos, uno a uno... también sus familias... que por la intercesión del Beato Tito, recuperen la salud, del cuerpo y del alma... y que por la gracia, nos acerquemos todos, cada día, al don de Dios, para que no temamos traspasar valles oscuros, sostenidos en la confianza de que Dios nos conduce y su amor nos sostiene...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …