miércoles, 4 de octubre de 2017

Hagamos profesión de fe...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


El núcleo de la fe cristiana está en la revelación... no podemos, por tanto, inventarnos la fe, ni darle perfil subjetivo, según nuestro parecer u opinión... Dios se ha revelado y Él mismo se va desvelando y dándose a conocer, poniéndose a nuestro alcance, para provocar en nosotros la experiencia del encuentro, que nos haga posible adherirnos a su presencia y vivir con Él una relación real y objetiva, que amplíe el sentido de nuestra vida en todo lo que la envuelve...

Nosotros, venimos haciendo parada en las bases de la identidad cristiana, y conociendo esta doctrina, queremos asimilarla en la práctica, dibujando sus trazos en nuestros actos y actitudes... sería bonito pues, que proclamemos esta fe, sabiendo en qué creemos y asumiendo la responsabilidad de creer de forma coherente y responsable...


El acto de fe es consecuencia de la fe misma... se suponen entonces los previos, porque lo que hacemos al proclamar o rezar el credo, es afirmar los contenidos que fundamentan esta fe que manifestamos... la coherencia es una actitud personal que debemos asumir, haciendo concordar el decir y el hacer...

En los días sucesivos, iremos construyendo el credo y despertando la conciencia a la fe que nos va construyendo desde dentro y ayudando a hacer frente a lo real, sabiendo que no somos huérfanos entregados al azar... sino hijos amados, ayudados a vivir con sentido filial y fraterno la aventura hermosa de la vida y su misterio, mientras caminamos al encuentro del tiempo en lo eterno, para ver cumplidas las promesas que nos permitieron avanzar con presteza en medio de la opacidad de lo caduco...


Encontrémonos los peregrinos de esta ruta, como cada día, en el deseo de ayudarnos a avanzar  por el camino seguro de la confianza... tengamos un recuerdo especial para cada uno de los enfermos del blog... todos, uno a uno... -incorporamos a Carmen Martín, en espera de resultados de biopsia, en el deseo de que por la oración consigamos que sean favorables-  también sus familias... este camino es comunitario y todos necesitamos de todos para no decaer en lo fundamental... miremos al cielo y amparados en la intercesión del Beato Tito, pongamos en común nuestras súplicas... somos siempre escuchados, aunque lo que esperamos, no se nos conceda de inmediato... nos fiamos de quien conduce la historia y sabemos que hace bien las cosas... el tiempo nos confirma que sabe más que nosotros y que nos cobija mientras llegamos a su luz...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …