lunes, 13 de noviembre de 2017

"Cuando recéis, no uséis muchas palabras"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"Cuando recéis, no uséis muchas palabras, 
pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes que lo pidáis. 
Vosotros orad así:
Padre nuestro que estás en el cielo"... (Mt. 6, 7-13).

Si nos acercamos a la oración del padrenuestro con los preámbulos que antes le hemos escuchado a Jesús, es fácil caer en la cuenta, que no es el  padrenuestro cualquier oración, ni se debe rezar el padrenuestro de cualquier manera... pero sí debemos remitirnos a esta manera de orar, cuando queramos hacer este camino de relación con Dios, que nos capacita para ser hijos suyos y hermanos entre nosotros...

Lo dijimos en su día:

"se trata de saber con quién nos disponemos a entablar relación filial y confiada, y adoptar ante su Presencia, una actitud reverente, humilde, de reconocimiento... somos criaturas ante su Creador... y no sólo lo sabemos y lo aceptamos, sino que lo proclamamos alabando su Majestad: Santificado sea tu Nombre... reconociendo sus designios: venga a nosotros tu Reino... queriendo sumergirnos en ellos: hágase tu Voluntad"...
"Con el corazón sobrecogido entonces, porque el misterio nos sobrepasa, nos sentimos criaturas y entregamos a Dios nuestra confianza... solicitando ahora la providencia para cada día... "danos hoy el pan... o danos el pan para hoy"... nos disponemos a perdonar para ser perdonados, pues nosotros mismos decimos al rezar"... "perdónanos, como nosotros perdonamos"... pedimos el auxilio del cielo para hacer frente con éxito a las seducciones del mal, porque nos sabemos vulnerables, "no nos dejes caer en la tentación"... y porque sabemos que el mal es una realidad objetiva y operativa en el mundo, suplicamos a Dios, "líbranos del mal"...


Es la oración del cristiano por antonomasia -la nuestra-, donde están los contenidos en los que tenemos que profundizar, como buenos hijos de Dios... volvamos una y otra vez a ello, dándonos cuenta de cada palabra y dejando que sea el Espíritu Santo quien la dicte a nuestro corazón... sólo así, al decirla, "resonaremos" su mismo aliento, para que de verdad recemos con fruto y veamos la maravilla de la gracia en la sencillez de cada día...

Bien dispuestos entonces, tengámoslo presente hoy al rezar, en comunión unos con otros... Miremos al cielo confiados y amparándonos en la intercesión del Beato Tito, presentemos a los enfermos del blog... a todos, uno a uno... también a sus familias... -incorporamos hoy al Pequeño Helio, de tres años que es autista y no habla y queremos esta gracia de nuestra oración compartida... también a José diagnosticado de cáncer linfático, dispuesto a la lucha y hay que ayudarle-... para que la gracia nos asista en este camino duro y difícil por el que pasamos y desde nuestra fe humilde, constante y perseverante nos sea concedida la salud para ellos, con el consuelo, la fortaleza, la paciencia y la esperanza para mantenernos firmes, dando a Dios un voto de confianza... Él no nos va a defraudar...


Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …