sábado, 4 de agosto de 2018

"La esperanza cristiana es tener la certeza que yo estoy en camino hacia algo que es y no lo que yo quiero que sea"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"...nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. 
Más aún; nos gloriamos hasta en las tribulaciones, 
sabiendo que la tribulación engendra la paciencia; 
la paciencia, virtud probada; 
la virtud probada, esperanza, 
y la esperanza no falla, 
porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones
por el Espíritu Santo que nos ha sido dado" (Rom. 5, 2-5)...
Cuando Dios en nuestra vida es real, la trascendencia es la luz que ilumina el horizonte y el referente a nuestros interrogantes para dejar ese espacio abierto a la realidad, que nosotros deformamos queriendo dominar la existencia... Si Dios es real, es distinto de mí; por tanto en la relación, la alteridad crea el conflicto si los intereses no van encaminados en la misma dirección...
La gran empresa del ser humano es aprender a vivir dentro de las lindes de la vida misma... la realidad no cambia más que en la percepción nuestra; no depende de ella, sino de nosotros. De ahí que sea tan importante conocer nuestros límites y aceptarlos, dando cabida a la iniciativa de Dios que quiere trasmitirnos su don y enriquecernos con su mirada, para que las dificultades enciendan nuestros deseos de lo verdadero y eterno, que es lo que de verdad merece la pena...
Este camino no se recorre a la deriva... el Espíritu Santo viene con nosotros, habitándonos desde dentro, para que nuestros movimientos sean sin titubeos, aun en medio de las asperezas del camino y las inclemencias de lo temporal, que fácilmente se derrumba y nos desorienta...
No es la resurrección de Jesús, y la vida eterna, un recurso cuando se nos queda grande lo real o no sabemos interpretar las situaciones torcidas e imposibles de enderezar por nosotros mismos... ¡¡qué va!! es la única verdad que consuela sin romper, y enciende la esperanza en la noche más oscura... Dios merece ser tenido en cuenta y escuchado, para acertar con el rumbo y hacer caminos que nos lleven donde vamos... al final llegaremos decididos o rezagados... cada paso nos acerca al destino y cuánto nos perdemos si vamos sin mirar y sin ver...


Incorporar el don de la fe al vivir de cada día, es enriquecer la vida dándole luz y color a cada acontecer... no siempre es fácil, pero cada adversidad esconde una gracia que nos acerca a un don mayor... bien lo dice la palabra de Dios con que hemos iniciado hoy nuestra reflexión; cada don, engendra otro don, que podemos ayudarle a germinar hasta florecer en nosotros mismos...

Rezar es disponernos a vivir con sentido todo lo que asoma a nuestra vida... el cristiano siempre tiene en el corazón la esperanza, si sabe abrirse a la presencia de Dios que nos habita... En el deseo de ayudarnos a hacer esto posible, pensemos unos en otros y recemos unos por otros... recordemos a los enfermos del blog, a todos, uno a uno... también sus familias... y pidamos al cielo gracias actuales para cada uno a fin de que sientan el consuelo de la fe y se sientan iluminados por la luz de la esperanza... Ayudados de la intercesión del Beato Tito, seguimos haciendo caminos de confianza sin vacilar en la raíz de nuestro ser... Dios camina con nosotros y su amor nos cuida...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...