domingo, 30 de enero de 2022

"Mi boca contará tu salvación, Señor"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


El evangelio de este domingo es continuación del evangelio del domingo pasado, y vemos hoy, que la escena da un giro por las palabras añadidas por Jesús, al texto del profeta Isaías "hoy se cumple esta Palabra que acabáis de oír", dejándonos asombrados a nosotros que no esperábamos -al menos yo- esta reacción de parte de los paisanos de Jesús...

No es fácil encontrar la esencia de la vida en lo cotidiano, cuando estamos tan condicionados por la opinión pública que sólo genera en el entorno, prejuicios y sospecha, sin nos cambian sin esperarlo el cliché de lo previsto... Cuando dependemos de las cosas en exceso, tenemos que defendernos de lo real, y la frustración de no salirnos con la nuestra, es lo que nos lleva a disturbios como éstos, que tienen mil formas, pero que todos parten de la misma fuente...

La esencia de la vida está en lo real, y Dios está detrás de cada cosa, discretamente, cumpliendo su Palabra, dándonos luz, consuelo, fortaleza, perdón, esperanza... mostrándonos que sólo el amor es la actitud de la que partir y a la que retornar, apoyados en su gracia que es quien nos introduce en esta corriente de vida que brota de él mismo... El salmo 70 lo reza con palabras precisas que podemos poner en nuestros labios y dirigirlas al Señor desde nuestro corazón...

"A ti, Señor, me acojo:
no quede yo derrotado para siempre.
Tú que eres justo, líbrame y ponme a salvo,
inclina a mí tu oído y sálvame. 

Sé tú mi roca de refugio,
el alcázar donde me salve,
porque mi peña y mi alcázar eres tú.
Dios mío, líbrame de la mano perversa. 

Porque tú, Señor, fuiste mi esperanza
y mi confianza, Señor, desde mi juventud.
En el vientre materno ya me apoyaba en ti,
en el seno tú me sostenías. 

Mi boca contará tu justicia,
y todo el día tu salvación,
Dios mío, me instruiste desde mi juventud,
y hasta hoy relato tus maravillas" (Salmo 70)...


Volvamos a rezar para que de verdad despertemos a este deseo de Dios sobre nosotros, y se realice con nuestra adhesión a ello -en cada uno- esta obra de la gracia... Pensemos, hasta recordar a todos, en los enfermos del blog, uno a uno... también sus familias... Miremos al cielo amparándonos una vez más en la intercesión del Beato Tito, para que presente ante la Virgen y su Hijo nuestras súplicas confiadas... Sabemos que pedimos milagros, pero es aquí donde se pueden pedir, y desde aquí, de donde se pueden esperar... Por nuestra parte, asumimos los compromisos propuestos por Jesús y seguimos queriendo acercarnos a su don, en su Presencia y su Palabra......
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria...