sábado, 8 de enero de 2022

"Que todos los pueblos de la tierra se postren ante ti, Señor"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Cuando comenzó Jesús a predicar su evangelio y a mostrar los signos del Reino con su Palabra y sus gestos, le seguían multitudes moviendo a Jesús a compasión, al verles tras Él como ovejas que no tienen pastor, sin saber dónde ir, perdidos, sin rumbo... Hoy, las multitudes van detrás de otros mensajeros y otros mensajes... hoy se lo llevan todo el futbol, los famosos, la política, la inercia de la última ocurrencia que se le ocurra a cualquier iluminado... Estamos tan perdidos como entonces, pero con el agravante que estas voces no nos sacan del atasco, ni dan al alma paz y esperanza... más bien son voces que aturden; entretienen sí, pero nos dejan vacíos y solos... 

Jesús da hoy de comer en el descampado de la vida, milagrosamente, a todos los que se han encontrado con él, movidos quizás, por la curiosidad de sumarse donde se ha visto ir a muchos... el milagro de la fe puede salirnos al camino en cualquier momento; ojalá tengamos "olfato" para saber dónde hay "pastor y buen pasto", y nos quedemos ahí, a la escucha de la Palabra que anuncia, enseña, alimenta, consuela, conduce, y seduce... 

Las entrañas compasivas de Jesús no dejara que nos vayamos sin ser socorridos; a  su lado sentiremos renacer en nosotros algo nuevo que nos dejará vinculados a él, despertando el deseo de escuchar su enseñanza y seguir el rumbo que él propone, diferente al que seguimos hasta ahora... Cerremos el ciclo de Navidad determinados a contar con la presencia de Jesús entre nosotros, agradecidos de que haya venido a salvarnos y que camine siempre a nuestro lado, enseñándonos a vivir como Dios quiere...

"Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud. 

Que los montes traigan paz,
y los collados justicia;
que él defienda a los humildes del pueblo,
socorra a los hijos del pobre. 

Que en sus días florezca la justicia
y la paz hasta que falte la luna;
que domine de mar a mar,
del Gran Río al confín de la tierra" (Salmo 71)...


Perseveremos en la oración cada día, ayudándonos todos de la gracia de la comunión... pensemos, hasta recordar a todos, en los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... Miremos al cielo suplicantes, acercando al Señor nuestros ruegos, por la intercesión del Beato Tito, en la confianza de que nuestra fe madure y nos sea posible recoger de ella los frutos que deseamos, por la misericordia de Dios y su amor infinito hacia cada uno...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria..