lunes, 28 de diciembre de 2020

"Hemos salvado la vida, como un pájaro de la trampa del cazador"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Otra estampa pintada por la liturgia dentro del ciclo de navidad, difícil de mirar sin estremecernos, es la matanza de los niños inocentes, por el capricho de un poderoso, cegado de ambición hasta extremos inconcebibles... Pero esta imagen tan drástica, sigue desgraciadamente pintándose hoy, XXI siglos después, sin mucha conciencia social, promoviéndose una cultura de la muerte con nombre de progreso y libertad, de la que siempre cosecharemos frutos amargos, que comeremos, además, todos...

Jesús nació para dar luz a estas tinieblas, y enseñarnos el valor de la vida en sí misma, quitando etiquetas que el ser humano, herido de egoísmo, ha dio colocando según sus objetivos, sin otros fines y metas, que la vana ilusión, de dominar la existencia, generando, por el contrario, con ello, caos y destrucción... En Belén podemos escuchar la potente Palabra de Dios sobre los poderes injustos y opresores de este mundo, y aprender en la ternura de este Niño, Enmanuel, Dios-con-nosotros, humanidad...

Nuestro mundo está falto de valores, mostrados en Belén, y hacia Belén hemos de dirigir nuestra mirada y nuestros pasos para aprender justicia y libertad, que traigan la paz a este mundo... Dios salvará la vida de sus pobres, como rezamos hoy en el salmo 123, pero no seamos nosotros, quienes provoquemos la muerte, de la que Dios tenga que librar a otros... Vayamos a Belén a recuperar la inocencia, y la identidad de hijos de Dios, que llevamos impreso en nosotros...

"Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte,
cuando nos asaltaban los hombres,
nos habrían tragado vivos:
tanto ardía su ira contra nosotros.

Nos habrían arrollado las aguas,
llegándonos el torrente hasta el cuello;
nos habrían llegado hasta el cuello
las aguas espumantes. 

La trampa se rompió, y escapamos.
Nuestro auxilio es el nombre del Señor,
que hizo el cielo y la tierra" (Salmo 123)...


Pongamos el punto de mira, un día más, en los enfermos del blog... pensemos, hasta recordar a todos, uno a uno... también ¡¡cómo no!! sus familias, verdadera cuna de la fe... Miremos al cielo suplicantes... humildes... insistentes... perseverantes... La intercesión del Beato Tito, nos ponga ante el Niño de Belén y sus padres, nuestros anhelos de ver hecho realidad el ansia de nuestros ruegos... la salud para todos y la fe para acercarnos a la gracia y multiplicarla a nuestro paso...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria