miércoles, 14 de octubre de 2020

"El que te sigue, Señor, tendrá la luz de la vida"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


En el evangelio hoy, vuelve Jesús a reprobar la actitud farisaica de la hipocresía, que no es difícil involucrase en ella pasándonos además desapercibido... El Papa Francisco no deja de insistir lo pernicioso que es entrar en el juicio o prejuicios, la murmuración o el chisme, algo tan generalizado, que suele ser el ropaje habitual donde creemos resguardarnos de nuestras incoherencias, sin darnos cuenta que por el contrario lo que hacemos es ponerlas de manifiesto...

San Pablo en la primera lectura nos alumbra el discernimiento, permitiéndonos con ello, que nosotros mismos reconozcamos sobre qué  nivel o qué valores construimos nuestra persona y desplegamos nuestras perspectivas... no todos viven al mismo nivel, ni tienen en el horizonte un norte al que dirigirse... la vida es algo más que una competición de poder, éxito, placer, consumo... Sobre este marco quiere nuestro mundo que construyamos el presente, y vemos que a nuestro derredor no hay más que caos, fruto de la envidia y la ambición codiciosa, que solo genera enfrentamiento, zancadillas y rencores... ¡¡cuidado!! que la mentira nos oculta nuestra verdad, y nos encadena en el engaño, propio y ajeno, inútil y proyectivo de nuestras propias carencias...

Abramos el oído a la Palabra de Dios y dejemos penetrar su luz en nosotros hasta que el milagro de la gracia nos permita florecer en sus frutos, que son amor, alegría, paz, comprensión, servicialidad, bondad, lealtad, amabilidad, domino de si… El salmo 1, nos descubre la verdadera bienaventuranza que debemos incorporar a nuestra vida, y a la que debemos aspirar de manera dinámica, activa, comprometida…

"Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche. 

Será como un árbol
plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin. 

No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal" (Salmo 1...


Volvamos a rezar para que de verdad despertemos al deseo de Dios sobre nosotros, y se realice con nuestra adhesión a ello -en cada uno- la obra de la gracia... Pensemos, hasta recordar a todos, en los enfermos del blog, uno a uno... también sus familias... Miremos al cielo amparándonos una vez más en la intercesión del Beato Tito, para que presente ante la Virgen y su Hijo nuestras súplicas confiadas... Sabemos que pedimos milagros, pero es aquí donde se pueden pedir, y desde aquí, de donde se pueden esperar... cultivemos la fe hasta recoger sus frutos...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria