viernes, 3 de agosto de 2018

"La esperanza no decepciona nunca. Los ídolos decepcionan siempre: son fantasías, no son realidad"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


La tentación de la idolatría nos desdibuja del horizonte de la vida la verdadera esperanza en el Dios que salva... ¡¡qué fácil construir sobre arena movediza, seducidos por las falsas apariencias, que de mil maneras nos son ofrecidas en las propuestas efímeras que nos hace el mundo desde lo mundano!!...

El Papa se apoya en la escritura para ponernos en guardia, y como Jesús, partiendo de lo real, nos hace caer en la cuenta que "ante las dificultades de la vida, el hombre experimenta la fragilidad de la confianza que se apoya en Dios y siente la necesidad de certezas diferentes, de seguridades tangibles, concretas"... ¡¡Descubramos esta trampa!!; ahí somos tentados; a buscar consuelos ¡que son efímeros!, que parecen llenar el vacío de la soledad y calmar el cansancio de creer... 

Bonita reflexión la que el Papa nos sugiere desde el salmo 135 que deja bien claro la falsedad de los ídolos que el mundo ofrece a nuestra esperanza y a la que los hombres de cada época están tentados de fiarse... "El mensaje del Salmo es muy claro: si se pone la esperanza en los ídolos, te haces como ellos: imágenes vacías con manos que no tocan, pies que no caminan, bocas que no pueden hablar. No se tiene nada más que decir, se convierte en incapaz de ayudar, cambiar las cosas, incapaces de sonreír, de donarse, incapaces de amar. Es necesario permanecer en el mundo pero defenderse de las ilusiones del mundo, que son los ídolos mencionados"...



Nos encontramos, una vez más, con la ruta marcada donde poner los pies e ir abriendo caminos, que al pasar, nuestras huellas inciten a otros a la búsqueda de la verdad que construye, que enseña a dar a cada cosa su valor, y que nos permite mantenernos fuertes ante los vientos contrarios sin ceder a sus propuestas... Seamos valientes y abracemos la fe de forma decisiva; acojamos sus certezas con corazón magnánimo, en la confianza de que la única Palabra, con siglos de historia que aún permanece válida y actual, a la medida de nuestro corazón y acordes a todos los tiempos, es la de Dios; sin adular y sin seducir con mentiras fáciles, sino llamando a la profundidad del ser para que podamos dar sentido a la existencia, apoyados en su Poder, en su Bondad y en su Misericordia...

Volvamos a rezar por los enfermos del blog... por todos, uno a uno... también sus familias... y elevando la mirada al cielo ayudándonos de la intercesión de los santos; acogidos, como cada día, al Beato Tito, pongamos en común nuestras súplicas, recogiendo cada anhelo, cada suspiro, cada deseo... queriendo hacer del dolor, camino de confianza; y de la fe, surcos de esperanza donde hacer germinar las semillas de la gracia, que el amor de Dios no deja de acercar a cada uno...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...