viernes, 22 de marzo de 2019

"Recordad las maravillas que hizo el Señor"...

 

 Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Dios ha contado con el ser humano para llevar a cabo su proyecto y ha soñado y realizado maravillas para hacerlo posible, pero el ser humano, en vez de ponerse al servicio de esa iniciativa, ha invertido el orden e impuesto su capricho sobre esa Voluntad amplia, global, que intenta expandir el don, a lo ancho, alto, largo y profundo, del mundo y de la vida, abarcando todo y a todos... Pero Dios vence aunque el ser humano se las ingenie para apropiarse lo que no le pertenece, distanciándose él mismo de lo que intenta -quizás torcidamente- conseguir...

La cuaresma es tiempo propicio para ocupar nuestro espacio vital, aceptándonos criaturas; eso sí, referidas al CREADOR, y captar que Dios nos ofrece más de lo que abarcan nuestras aspiraciones, y que, ostentar poder sobre las cosas y los demás, es derrumbar nuestras aspiraciones cosechando a cambio, ruina y destrucción, para nosotros y los otros...

La humildad omnipotente de Dios no deja de tendernos puentes y multiplicar oportunidades llamándonos a secundar su querer, que es donde se pueden realizar nuestros deseos, ilusiones y aspiraciones... Bien lo canta la providencia en el salmo 104, como siempre sin amenazas ni presiones, sino llamándonos a la atención y la evidencia...

 "Llamó al hambre sobre aquella tierra:
cortando el sustento de pan;
por delante había enviado a un hombre,
a José, vendido como esclavo.

Le trabaron los pies con grillos,
le metieron el cuello en la argolla,
hasta que se cumplió su predicción,
y la palabra del Señor lo acreditó.

El rey lo mandó desatar,
el señor de pueblos le abrió la prisión,
lo nombró administrador de su casa,
señor de todas sus posesiones" (Salmo 104)...

Como cada día, vamos a rezar también hoy por los enfermos del blog, recordándoles a todos, uno a uno... también sus familias... Que la intercesión del Beato Tito nos lleve al cielo nuestras plegarias, y el cielo nos responda dando frutos de vida a nuestra fe, llegando a nosotros lo que de tantas maneras pedimos e imploramos con el corazón en la confianza... Que recuperen la salud los que están pasando por el camino ensombrecido de la enfermedad y que nos incorporemos todos a la vida de la gracia, haciéndonos responsables de lo que Dios no deja de sugerirnos y pedirnos al corazón, a cada uno...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...